Foto: Jorge Luis Baños
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
El negocio privado Sovi Juguetes nació en mayo de 2021 para la fabricación de juguetes didácticos y por estos días comenzó la donación de una parte de su producción a instituciones infantiles en La Habana.
A través de la agencia IPS, los fundadores de este emprendimiento, la microbióloga Yarelis Herrera y su esposo Dariel Hernández, matemático, comenzaron la distribución de los juguetes en círculos infantiles, escuelas especiales y casas para niños sin amparo familiar de La Habana.
La pareja aseguró que este era uno de los propósitos desde el comienzo de su emprendimiento, pero que no lo habían podido concretar hasta que el negocio no comenzó a ser rentable.
Los impulsores de esta iniciativa son padres de la niña Carolina, de 3 años, y agregaron al citado medio que estuvieron movidos por “la necesidad y la falta de espacio y herramientas para incentivar en nuestra niña las habilidades que se requieren durante la primera infancia, tan importante”.
Fue por ello que decidieron crear Sovi Juguetes durante la pandemia de la Covid-19, creando diseños para las etapas de la primera infancia, de cero a seis años, que permitieran la interacción y apoyaran el aprendizaje de manera didáctica.
Actualmente producen una alternativa ecológica de juguetes con alto valor educativo empleando materiales residuales biodegradables usualmente descartados, en tres líneas fundamentales: madera, tejidos, papel o impresa.
Entre sus creaciones destacan las torres de apilar, mordedor, bloques de construcción, clavijeros, encajables varios, autos de madera, set sensorial, bosque interactivo y tarjetas de fauna, dinosaurios y conjuntos numéricos, entre otros.
Los juguetes son comercializados a través de las redes sociales, en algunas plataformas digitales de venta y físicamente en la tienda Matti, ubicada en La Habana Vieja.
En cuanto a la idea de las donaciones, sus creadores comentaron que “tuvo una buena recepción en las entidades beneficiarias”.
Uno de los lugares a donde van destinadas las donaciones es el círculo infantil Pequeñines de la villa, del municipio de Guanabacoa, donde reside la pareja. Los directivos de dicha institución explicaron a IPS que atraviesan una situación difícil por la inexistencia de juguetes, por lo que el gesto “contribuye al aprendizaje y el desarrollo de niñas y niños”.
Además, Herrera y Hernández explican que los juguetes producidos sintetizan varios principios y una actitud social y ambiental responsable: reciclan, promueven la equidad y generan empleo para siete personas, principalmente de la tercera edad o que necesitan complementar sus ingresos.
Sovi Juguetes apuesta también por el reciclaje y la economía circular mediante el empleo para muchas de sus producciones de recortería textil de otros emprendimientos.
Por último, el reporte del citado medio agrega que además de juguetes para sus hijos, los padres pueden encontrar en Sovi un asesoramiento sobre qué juguete es el ideal para cada etapa, y qué actividades se pueden realizar con cada pieza. A través de sus redes sociales, esta iniciativa comparte algunas ideas y sugerencias muy útiles para los padres que decidan acercarse a sus creaciones.
