Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Hugo León
“En general, la dieta del hogar cubano promedio es pobre en micronutrientes y no suficientemente sana o diversa”, asegura el reporte de trabajo del año 2022 del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Cuba, publicado recientemente.
El estudio apunta a tres causas para lo anterior. En primer lugar, señala la “limitada e inestable disponibilidad de alimentos nutritivos”, luego, menciona los “factores socioeconómicos y malos hábitos alimentarios”.
De acuerdo con el PMA, la canasta básica mensual que proporciona el gobierno (la libreta de abastecimiento) ofrece un suministro básico de alimentos racionados para toda la población a precios modestos y no subsidiados pero su diversidad dietética es limitada y no cumple con las recomendaciones nutricionales para los diferentes grupos etarios.
Por ejemplo, los alimentos racionados para la población entre los 14 y los 60 años sólo cubre el 36 por ciento de la ingesta energética recomendada, el 24 por ciento de la proteína y apenas el 18 por ciento de las grasas recomendadas para cada día.
Encima, de acuerdo con esa instancia de la ONU, el salario mínimo mensual durante ese año fue insuficiente para cubrir los requerimientos nutricionales restantes recomendados para la población cubana, que es de dos mil 300 kilocalorías.
Los más afectados por el contexto socioeconómico desafiante de la isla son, según el PMA, los grupos de ingresos más bajos como jubilados y los trabajadores del sector público sin acceso a divisas.
Consecuencias del ordenamiento monetario para la alimentación del pueblo
El informe del PMA asegura que además de la alta dependencia de Cuba de las importaciones y el acceso limitado a divisas, la aplicación de la reforma monetaria iniciada en 2021 tuvo como consecuencias la reducción de los subsidios a los alimentos, elevó la inflación por encima de lo previsto y profundizó la brecha de desigualdad en la isla.
Esto llevó a precios más altos de bienes y servicios básicos y a la vulnerabilidad de los hogares, afectando la seguridad alimentaria.
Como resultado, el país experimentó escasez de alimentos, incluidos los cereales fundamentales tales como harina de trigo, arroz y maíz, además de falta de frijoles, de verduras, de productos lácteos y también de carnes, expresa el texto.
La ayuda con alimentos y asistencia técnica del PMA a Cuba en 2022 superó los 16 millones 300 mil dólares. Esa iniciativa de la ONU contribuyó con más de 10 millones de dólares en arroz, aceite, harina, cereales, soja y otros insumos a la alimentación de la Mayor de las Antillas, a lo que habría que sumarle varias donaciones humanitarias que recibió el país durante el año en cuestión.
La cuenta que no da
Tomando como ejemplo simple a una familia compuesta por una pareja y su hijo menor de edad, donde los dos adultos trabajen y su salario sea de cinco mil pesos mensuales (más de mil pesos por encima del salario promedio de Cuba), habría que ver cuánto dinero cuesta tener el refrigerador medianamente preparado para subsistir un mes y comer modesta pero decentemente.
Si una familia como la descrita decide ir a las tiendas en MLC a adquirir alimentos la «batalla» ya está perdida en el primer día del mes, pues uno de los dos salarios completo equivale a menos de 29 MLC al cambio en el mercado informal (el MLC se cotiza en el orden de los 175 pesos cubanos actualmente) y con ese dinero apenas se podría comprar algunos paquetes de picadillo, aceite y adobos para cocinar.
En la calle los precios de los alimentos también han aumentado en el último año. Por mencionar solo algunos, el tomate cuesta entre 40 y 50 pesos la libra, la cebolla 180, la calabaza 50, el pepino 40 pesos como mínimo y las papas, más difíciles de encontrar, están por encima de los 80 pesos la libra. El arroz llega a los 200 pesos la libra dependiendo de la provincia, los paquetes de espaguetis valen sobre los 300, etc.
Según el PMA en Cuba «una proporción significativa del gasto de los hogares se destina a la alimentación (entre el 55 y el 65 por ciento)», mientras que la Oficina de Estadísticas e Información (ONEI) asegura que la canasta de bienes y servicios cubana cuenta con 298 artículos y representa más del 90 por ciento del gasto de los hogares.
Teniendo en cuenta los precios mencionados ateriormente y el resto de los gastos comunes de una casa, incluyendo la ropa y los pagos de electricidad, agua, telefonía, gas y transporte, la situación de miles de hogares cubanos no atraviesa su mejor momento.
Gracias x mantenernos informados
Lo que me sucedió hoy, me obliga a desconfiar del *133# que ETECSA ofrece para la recarga en móviles. Solicité varias veces hasta que marqué en los datos, la compra de un paquete LTE de $200.00, que luego de informarme que lo estaban procesando, se demoraba y no me llegaba el acostumbrado aviso.
Extrañada por la demora, insistí en llamar a Cubacel, siendo atendida por Irina, la cual me explicó que mi # aparecía ACTIVADA, y que había perdido el dinero rebajado ya de mi saldo.
Me informó cómo debía marcar, y solicitar de nuevo otro paquete, el cual.volveria a prestarse del saldo que contenía.
A mi me pareció esto, una forma descarada de robo con trampa; le dije a Irina que eso no se debía hacer, que me iba a quejar. (Pero luego, pensé que sería en vano, y que ya no usaría más este sitio para recargar, lo haré por tarjeta). Tal vez por tarjeta recargable sea más seguro, veremos.