Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Archivo | CN360
Cuentan que, en el año 837, el papa Gregorio IV ordenó la observancia oficial del Día de Todos los Santos cada 1 de noviembre y extendió su celebración a toda la Iglesia. Pero, ¿por qué celebramos esta fecha? ¿cómo lo asumen en distintos países?
Varios relatos indican que este día celebra las almas de los bautizados ya fallecidos que, por haber vivido su fe cristiana de una manera heroica, alcanzaron la meta del Bautismo: la santidad. El objetivo es recordar a los hombres y mujeres que se esforzaron por vivir los valores del Evangelio y ahora gozan de la presencia del Creador.
Mucho antes de oficializar esta fecha, en el 359, la Iglesia Oriental celebraba Todos los Santos el 13 de mayo. En Roma, por su parte, se vinculó al templo del Panteón que hacía referencia al culto de todos los dioses romanos. Dicen que todo fue posible porque hacia el año 608, Focas, el emperador de Oriente, lo donó al Papa Bonifacio IV, quien transformó este monumento en iglesia.
Hace exactamente un año, el papa Francisco, exponía: «podríamos tener una impresión errónea: podríamos pensar que celebramos a aquellas hermanas y a aquellos hermanos que en vida han sido perfectos, siempre rectos, precisos, incluso almidonados (…) Pero los santos son los verdaderos revolucionarios”.
A este discurso, agregó: “Se nos hace creer que la paz llega con la fuerza y la potencia: para Jesús es lo contrario. Su vida y la de los santos nos dicen que la semilla de paz, para crecer y dar fruto, debe antes morir. La paz no se alcanza conquistando o derrotando a alguien, nunca es violenta, nunca es armada». Este año se ha pronunciado en X con un breve mensaje:
Recordemos que la solemnidad de Todos los Santos “compite” en distintos ámbitos de la cultura, con la «noche de Brujas» o Halloween. En el caso de los católicos esta fecha representa un día de precepto y de acudir a la celebración de la misa.
En el caso de México, el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, el 2 de noviembre forman un binomio cultural que se conoce como el “Día de Muertos”, una de las costumbres más arraigadas en la cultura de este país.
Si de tradiciones comentamos, en Latinoamérica lo más acostumbrado en el Día de Todos los Santos es visitar las tumbas de los fallecidos o antepasados en el cementerio.
En Estados Unidos, se entremezcla con la festividad pagana del Halloween mientras que en países asiáticos como Filipinas, se honra a los antepasados con grandes banquetes en los cementerios.
En España la tradición es dramatizar la lectura de la obra Don Juan Tenorio de la autoría de José Zorrilla además de las misas y las visitas a los panteones.
En el Día de Todos los Santos, también, se preparan platos especiales y se consumen dulces que varían en cada nación, como los llamados Buñuelos de viento, el mazapán Huesos de santo, y los famosos panellets.
En el caso del 2 de noviembre, considerado el Día de Fieles Difuntos, es para orar por aquellas almas que han acabado su vida terrenal y que se encuentran aún en estado de purificación en el purgatorio. Cuba, por ejemplo, suele ir a misa el día 1 y al cementerio el día 2.
Las tradiciones cubanas son muy diferentes a las mexicanas, e inclusos a las españolas. Pero la cantidad de visitantes que reciben los cementerios cubanos en estas importantes fechas, es un punto a destacar.
