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Texto: Hugo León
El gobierno de la primera ministra británica Liz Truss será el más corto de los últimos siglos en Gran Bretaña, pues la dama anunció este jueves su dimisión tras apenas seis semanas de un turbulento gobierno, 44 días para ser más exactos.
Pese a que destituyó a miembros clave de su gabinete y deshizo prácticamente su plan económico, Liz no pudo salvar su puesto al frente de la nación, al ser rechazada por la opinión pública y duramente cuestionada dentro de su propio partido.
La dirigente conservadora, de 47 años, rompe así el récord del anterior primer ministro más breve, George Canning, que murió 119 días después de llegar al cargo, en 1827.
La visión de Truss al llegar al puesto era de un estado con impuestos bajos y un gobierno más pequeño.
El plan económico presentado por su gobierno el mes pasado desencadenó en Gran Bretaña el caos financiero y una crisis política que, según expertos, causaron la destitución del secretario del Tesoro, cambios de rumbo en las políticas y divisiones en el Partido Conservador.
“No puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador, he hablado con el rey y le he notificado que dimito” declaró en su discurso la mandataria ante la residencia de Downing Street y agregó que seguirá en el cargo hasta que se elija un sucesor.
Tras el anuncio de Truss, el jefe de la oposición británica, Keir Starmer, del partido laborista, pidió la celebración de elecciones. El comunicado del líder político señala que el partido gobernante no puede responder a este descalabro solo modificando a los de arriba sin el consentimiento del pueblo británico, por lo que se necesitan elecciones generales ahora.
Apenas un día antes de renunciar, Liz Truss había proclamado que seguiría en el cargo, afirmando que era una luchadora, no una cobarde. Sin embargo, la renuncia de una destacada ministra de su gobierno y el caótico resultado de una votación en la Cámara de los Comunes tenían al gobierno de la dama en una difícil posición.
En la mañana de este jueves un número creciente de parlamentarios conservadores exhortaron a Truss a renunciar y algunos señalaron que lamentablemente, no estaba a la altura del cargo.
Como primera ministra, Truss prometió medidas fuertes para ayudar a la reducción del coste de la vida y anunció un paquete inicial de 45 mil millones de libras en recortes impositivos sin financiación que impactó en varios sentidos a la nación: provocó la caída de la moneda, elevó las tasas de interés y generó temor en los mercados.
La presión económica y política hicieron que Truss despidiera al secretario del Tesoro y el nuevo político en el cargo, Jeremy Hunt, eliminó casi todos los recortes impositivos anunciados, la política energética y la promesa de Truss de recortes en el gasto público.
El mandato de Truss comenzó el 6 de septiembre último, en sucesión de Boris Johnson, quien renunció a principios de julio.
