Texto: Redacción Cuba Noticias 360
A 20 años de cumplirse la llegada de los primeros presos a la base naval de Estados Unidos en Guantánamo, Cuba, la administración Biden reiteró su voluntad de cerrar el centro de detención que otrora fuera habilitado como parte de la llamada guerra contra el terrorismo, a raíz de los sucesos del 11 de septiembre de 2001.
Durante una rueda prensa el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, indicó que están “centrados en reducir de forma responsable la población de detenidos y, en última instancia, a cerrar las instalaciones», refirió la agencia de noticias Europa Press.
El funcionario reconoció que existe «una mancha moral asociada a estas instalaciones» y destacó que Washington busca identificar países adecuados para realizar el traslado de los 39 presos que se encuentran en el centro creado en el 2002, así como negociar acuerdos de transferencia.
Añadió el portavoz de la política exterior estadounidense, que se buscan «garantías de seguridad y de tratamiento humano a los detenidos”, y precisó que parte de ello depende de la Oficina de Regulación Periódica (PRB), encargada de definir qué preso no está sujeto a la ley sobre detenidos de guerra.
«En este proceso, la PRB determina que un detenido ha sido considerado elegible para su traslado y puede recomendar países para ser enviados, pero no a dónde», explicó Price, quien agregó que el Departamento «está en contacto regular con países de todo el mundo» para realizar los traslados, y «cerrar» Guantánamo.
Las declaraciones del funcionario estadounidense se producen a poco más de una semana de que el presidente de EE. UU., Joe Biden, firmara la ley federal de presupuesto, gasto y política del Departamento de Defensa, y le pidiera al Congreso que eliminara las restricciones para el traslado de los presos de Guantánamo.
No obstante, al firmar la ley de Autorización de Defensa Nacional, el mandatario estadounidense criticó el documento por incluir disposiciones que impiden el traslado de los presos a otras cárceles, tanto en el país como fuera de las fronteras.
Ante esa limitante, Biden señaló que «La ley sigue prohibiendo el uso de fondos para transferir a los detenidos de Guantánamo a la custodia o el control efectivo de ciertos países extranjeros (…) incluyendo Estados Unidos, a menos que se cumplan determinadas condiciones».
Desde la elección de Biden como presidente de los Estados Unidos, analistas y políticos llamaron la atención sobre las dificultades que enfrentaría el titular de la Casa Blanca en su propósito, debido a la poca atención que la opinión pública le dedica al asunto. Sin embargo, unos de los puntos a favor de la gestión del actual mandatario, resulta el alto gasto presupuestario de la prisión en Guantánamo, el cual superaba en 2020 los 445 millones de dólares.
