Llega el 4 de diciembre y muchos cubanos se visten de rojo y ofrecen una copa de vino a la imagen de Santa Bárbara, una de las santas católicas más veneradas en el país, que en la religión yoruba es Shangó.
Cuenta la tradición, que esta santa arribó a Cuba a fines del siglo XVI, procedente de España, y hoy por hoy, tiene un santuario nacional en Párraga, en La Habana.
Pero su origen es mucho más antiguo, remontándose al siglo III, cuando vivió en Nicomedia, ciudad del Imperio Romano. Dicen que su padre la encerró en una torre para evitar que se convirtiera al cristianismo, y encima, la obligó a casarse con un hombre que no amaba.
Ella nunca aceptó esta decisión, por lo que se bautizó en secreto y construyó tres ventanas en su celda para simbolizar la Trinidad. Su padre, al enterarse, la persiguió y la decapitó con su propia espada, y justo en ese momento, un rayo lo mató.
Es por esto por lo que Santa Bárbara se considera la patrona de los truenos y las tormentas, y se la venera en muchos países de Europa y América Latina. Además es la santa de los que trabajan con el fuego, como los mineros, los bomberos y los electricistas, por su relación con el rayo.
De acuerdo con su fe, católica o yoruba, los cubanos la celebran cada 4 de diciembre, y no suele faltar el color rojo, una vela para pedirle favores y una copa de vino en su honor.
Tal sincretismo ha provocado que a Santa Bárbara se le represente de pie o sobre un caballo, con espada en la mano, “porque es un orisha guerrero, al que de ofrenda se le brindan manzanas”, describen varias notas de prensa.
Y es que a Shangó se le considera el líder de la santería dentro de la religión Yoruba. Un Osha guerrero, el más destacado de su panteón, el cual simboliza la justicia.
Posee, asimismo, el control sobre el sistema religioso conocido como el Osha-Ifá. Shango fue el primer intérprete del oráculo de Ifá, y luego se hizo dueño del mismo. Es el sacerdote del oráculo del Diloggún y del de Biange y Aditoto, factor que hace que tenga una relación intima con el mundo de los Eggun.
El nombre de Shango significa ser revoltoso. Sus piedras preferías u otanes como también se les conoce, son agarradas de las cascadas y ríos. Su principal símbolo es el Oshe, que es un muñeco tallado en una madera tipo cedro, con un hacha doble en vez de cabeza. Este símbolo se convierte en una energía que lleva carga, hecha por babalawos pero que vive dentro de Shango.
