Texto: Mónica Fernández
Este 30 de junio es la fecha límite para que aquellas personas que aún posean pesetas las cambien a euros. Tras esa fecha, la que fuera la moneda oficial ibérica entre 1869 y 2002, solo tendrá validez como objeto coleccionable.
El 1 de marzo de 2002 España adoptó oficialmente al euro como moneda única, tras un período de seis meses de convivencia con la peseta. El plan nacional de transición al euro, aprobado en el año 2000, no estableció un límite temporal ni cantidades mínimas para obtener el canje de forma gratuita. Sin embargo, el 28 de febrero de 2002 el Banco de España ya daba por cambiadas el 86% de las pesetas en circulación. Ha tomado 20 años llegar a la cifra actual del canje, actualmente en el 97%.
Como parte de la campaña de transición al euro, las campañas de información y las entidades financieras, alentaron a los ciudadanos a ingresar las pesetas en efectivo en sus cuentas corrientes durante los últimos meses de 2001. Sin embargo, no se apreció una respuesta entusiasta al respecto y el número total de monedas en circulación disminuyó solo muy ligeramente en el último trimestre de 2001. Poco a poco las personas fueron cambiando el efectivo, y algunos establecimientos optaron por continuar aceptando pesetas, incluso cuando la moneda dejó de ser oficial.
El canje de pesetas por euros solo puede ser realizado por el Banco de España o en una de sus quince sucursales. El tipo de cambio actual es de 1 euro = 166,386 pesetas, y el Banco de España acepta billetes incluso en mal estado. El destino final de las pesetas colectadas es su destrucción.
A lo largo de los años se han ido ofreciendo extensiones y el 2020 iba a ser el cierre del período de canje. Debido al coronavirus, España ofreció una extensión final de seis meses, que culminan el 30 de junio de 2021. No obstante, muchos españoles han optado por conservar algunas pesetas en monedas y billetes por razones sentimentales, o pensando en su futuro valor numismático.
