Texto: Redacción Cuba Noticias 360
En un programa como Vivir del Cuento, donde buena parte del elenco no proviene de escuela de actuación alguna, Belissa Cruz se ha sentido en familia, no solo por su formación autodidacta, sino también por la calidez con que fue acogida desde que en 2022 se enroló en el espacio.
Su personaje, Clarita, es una madre soltera que, junto a su pequeño hijo, provoca situaciones hilarantes en la casa y el barrio de Pánfilo; aunque, según ha confesado la joven, su papel no está escrito propiamente con un matiz humorístico, son las circunstancias las que se tornan cómicas.
En Vivir del Cuento, no; pero en otros momentos de su carrera Belissa Cruz se ha tenido que enfrentar a incomprensiones y zancadillas por no ser graduada de la Escuela Nacional de Arte (ENA), ni del ISA.
“Los No han sido muchos antes de poder llegar a la televisión, e incluso después —ha declarado a la prensa—. El actor trabaja con bomba, con sentimiento y con mucha verdad. Yo parto de la verdad en cada personaje que hago, y contra eso no puede ningún título”.
Su primera y mejor academia fue el grupo de teatro Olga Alonso, que dirige Humberto Rodríguez y del que su madre fue fundadora. Allí comenzó a tomarle el pulso a la actuación desde que tenía 6 o 7 años. A los 14 desaprobó las pruebas para ingresar a la ENA, pero Humberto, que confiaba en su capacidad, la estimuló para que continuara: “Ningún jurado en el mundo puede cuestionar tu talento. Tú eres actriz, da igual que pases la escuela o no”.
Cuando se enteró del casting de la telenovela Latidos compartidos, decidió arriesgarse: “No me escogieron a la primera, porque yo no tenía papeles, pero, cosas de la vida, a una actriz se le presentó un problema y no pudo interpretar a Angélica, que es el personaje que me da a conocer a mí en la televisión”.
Desde entonces, Belissa se ha convertido en un rostro conocido en la pequeña pantalla, y por estos días interpreta el personaje de Patricia en la novela Asuntos pendientes, al aire actualmente por Cubavisión.
También ha incursionado en el cine, con un pequeño rol en la película de Fernando Pérez Últimos días en La Habana, y en uno de los seis cortos que conforman la cinta Cuentos de un día más.
Su participación en Vivir del Cuento ha marcado un punto de inflexión en su carrera, sobre todo porque se trata del programa de mayor teleaudiencia en Cuba.
“Yo le agradezco mucho a Marlon Pijuán, que fue el que se comunicó conmigo y me dijo que me querían en Vivir del Cuento para un personaje —ha declarado a la prensa—. Son muy buenos actores. Hay que tener mucha concentración para trabajar con ellos, he tenido que cortar y todo, porque me muero de la risa, porque son muy simpáticos. Son una familia, se llevan bien; ahí todo está muy bien organizado, el equipo, maquillaje, vestuario, todo. Estoy feliz de participar en ese elenco”.
