Texto: Redacción Cuba Noticias 360
El próximo 26 de marzo Cuba acudirá a las urnas para elegir a los 470 diputados que conformarán la Asamblea Nacional del Poder Popular para la X Legislatura, período que contará con 135 parlamentarios menos que en la legislatura actual, en virtud de lo establecido en la Ley Electoral de un diputado por cada 30 000 habitantes.
Este no es, sin embargo, el punto más polémico del sistema electoral cubano, fuertemente cuestionado a nivel internacional por la existencia oficial de un solo Partido político y por el funcionamiento de una instancia que controla el proceso de selección de candidatos: la comisión de candidatura.
Más allá de las tipicidades del ejercicio democrático en la isla, el próximo 5 de febrero sesionarán en todo el país las Asambleas Municipales del Poder Popular que aprobarán a los candidatos a diputados por cada territorio al parlamento.
Las elecciones generales en Cuba ocupan apenas un espacio en la apretada agenda electoral prevista para este año en toda América Latina, donde se vaticinan referendos sobre asuntos constitucionales, elecciones presidenciales y votaciones para definir otras instancias de gobierno.
El propio 5 de febrero los ecuatorianos irán a las urnas para responder ocho preguntas en torno a seguridad, institucionalidad y medio ambiente como parte de un plebiscito que someterá a consulta popular asuntos como la posibilidad de extraditar ciudadanos ecuatorianos relacionados con el crimen organizado internacional, la posible reducción del número de miembros de su máximo órgano legislativo y el establecimiento de compensaciones estatales para personas y comunidades del país.
En un mensaje transmitido en diciembre, el presidente Guillermo Lasso defendió su propuesta y aseguró que el referendo es una herramienta para derrotar lo que él llamó el principal enemigo de Ecuador: la narcodelincuencia y el crimen organizado.
La elección del presidente es el plato fuerte en los sistemas democráticos, momento de singular incertidumbre que vivirán este año tres países latinoamericanos: Paraguay, Guatemala y Argentina, aunque solo en el último caso el gobernante actual, Alberto Fernández, se postulará para la reelección.
De acuerdo con los expertos, la región vive momentos de una fuerte retórica contra los líderes de turno. Los ganadores de estos comicios se enfrentarán a un ambiente político desafiante: un escenario macroeconómico adverso, poca fe en la democracia y aumento de la inseguridad global.
El 30 de abril los paraguayos elegirán al presidente, al vicepresidente, a 45 senadores, 80 diputados, 17 gobernadores y 17 juntas departamentales; mientras, el 25 de junio les corresponde el turno a los guatemaltecos, que tendrán la posibilidad de una segunda vuelta prevista para el 27 de agosto, y en ese propio mes, a los argentinos, que desarrollarán las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) como preámbulo a las elecciones presidenciales y legislativas del 22 de octubre, con una posible segunda vuelta el 19 de noviembre.
Dos posibles sufragios para aprobar cuestiones relacionadas con la nueva Carta Magna de Chile se mantienen sin fecha fija por el momento: la selección de los representantes que trabajarán en las reformas a la Constitución y el referendo para aprobarla. El gobierno del país sudamericano ha venido advirtiendo sobre las tensiones en torno a ambos procesos.
México y Colombia elegirán este año a legisladores, gobernadores y dirigentes a escala departamental, procesos que pueden definir la correlación de fuerzas políticas de ambas naciones.
Un punto rojo en el cronograma electoral es el caso de Perú, pues la crisis de ingobernabilidad que vive el país andino tras la destitución del expresidente Pedro Castillo y la asunción de Dina Boluarte ha derivado en varias sesiones extraordinarias del Congreso para debatir la posibilidad de adelantar las elecciones generales para octubre de este año, todo ello en busca de aplacar la inestabilidad política que tiene a esta nación al borde del colapso.
