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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Hasta el momento del ataque de Rusia contra Ucrania, los países miembros de la Unión Europea y Estados Unidos han anunciado que impondrán severas sanciones a Rusia, las cuales decidirán en la jornada del viernes.
Varios líderes y politólogos han sugerido la posibilidad de expulsar a Rusia del sistema bancario internacional SWIFT. Según la agencia Reuters la expulsión de Rusia del sistema bancario SWIFT ha sido propuesta por los países bálticos, entre los que se encuentran Polonia, Estonia, Letonia o Lituania.
Por el momento Estados Unidos y la Unión Europea en su conjunto, han frenado esta medida debido no solo al gran impacto que tendría sobre la economía global; sino que también podría comprometer muy seriamente el papel preponderante que tiene el dólar en los mercados internacionales. Y no se sabría hasta qué punto podría impactar verdaderamente a Rusia teniendo de aliado comercial a China.
En ese sentido las sanciones que adoptó el jueves la Unión Europea “abarcan el sector financiero, los sectores de la energía y el transporte, los productos de doble uso [civil y militar], así como el control y la financiación de las exportaciones y la política de visados”, destaca el documento oficial publicado. Se contempla también ampliar la lista negra de individuos sancionados para incluir a los oligarcas del círculo de Putin.
Por su parte el primer ministro británico Boris Jonhson congeló los activos del VTB, el segundo banco de Rusia, con más de 180.000 millones de euros en activos, por detrás del Sberbank. Johnson ha anunciado, además, el veto a todos los bancos rusos en el sistema financiero del Reino Unido, hasta ahora el más grande de toda Europa.
No obstante, se aguarda una segunda reunión donde se adoptaría otro paquete de sanciones. Cada decisión que tome el bloque comunitario está ligada a las repercusiones económicas que traiga a sus propias naciones. Es por esto que en el segundo encuentro algunas naciones de las más convencidas en aplicar sanciones extremas deberán contar con el apoyo de países como Italia, Hungría o Chipre, quienes serían los más afectados inmediatamente.
Moscú afronta el castigo con una situación financiera mucho más fuerte que en 2014, cuando la UE y EE. UU. aprobaron represalias comerciales por la anexión de la península ucraniana de Crimea. El Kremlin ha logrado acumular un fondo soberano que, a 1 de febrero, sumaba 174.900 millones de dólares (más de 157.000 millones de euros).
Por otra parte, el bloque europeo se niega a perder todo contacto con Putin, pues temen más implicación de la nación rusa con el gigante asiático China. Esta situación hace quedar a Ucrania en el medio de un punto difícil en la cual su gobierno es objeto y no sujeto de negociaciones, mientras el pueblo ucraniano trata de mantenerse con vida.
