Foto: El País
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
La historia de los 43 de Ayotzinapa que mantiene en suspenso al mundo desde el año 2014, trae un nuevo capítulo, el cual gira en torno a los restos de un tercer normalista identificado.
El País ha publicado un artículo en el que da pistas de los pasos en la investigación, siendo la noticia más reciente, el hallazgo de restos óseos de Jhosivani Guerrero, uno de los 43 desaparecidos.
La novedad fue anunciada este martes por investigadores, luego que el laboratorio de genética de la Universidad de Innsbruck, en Austria, confirmara la identidad. Dichos fragmentos de hueso aparecieron donde la Fiscalía también encontró restos de Christian Rodríguez el año pasado, la barranca de La Carnicería.
La investigación como tal, se realiza de manos de la Fiscalía, la cual en dos años ha encontrado restos de dos de los 43 normalistas desaparecidos, algo, que, según El País, le ha merecido el respeto de las familias.
Indica el medio que la noticia fue expresada oficialmente por Vidulfo Rosales, parte del equipo de abogados de las familias de los 43, en las puertas de Palacio Nacional, en Ciudad de México, y que brindó pocos datos, solo que el hueso de Guerrero encontrado era una vértebra.
Es alrededor de este hallazgo que se desata una nueva oleada de preguntas acerca de la desaparición de los estudiantes, y es que hace seis años, la Fiscalía notificó que había encontrado restos del propio Guerrero, pero en el río San Juan, aunque más adelante, se constató que era muy baja la coincidencia al hacer la comparación con el ADN de la madre del muchacho.
Existen distintas versiones del destino que sufrieron los estudiantes, y La Carnicería se vuelve ahora, con el hallazgo, no sólo en el escenario, sino en la posibilidad de otra narrativa de los acontecimientos. Por otra parte, el motivo de la agresión también ha provocado cientos de interrogantes.
Antes de Guerrero, fueron encontrados restos de Rodríguez y de Alexander Mora, estos últimos en octubre de 2014 en el río San Juan, junto al basurero de Cocula, lo que potenció la creencia que habían sido asesinados y quemados allí.
Se cree que, lejana a la teoría de la gran fogata en que fueran consumidos los cadáveres de los jóvenes (la cual se estimó errónea según el Equipo Argentino de Antropología Forense y el grupo de expertos comisionado por la Organización de Estados Americanos a México) la posibilidad más lógica es que fuesen separados y de esa forma asesinados.
Con los últimos descubrimientos, se añade incertidumbres a la investigación, y faltan detalles del infierno que se cree vivieron los 43 estudiantes de Ayotzinapa en sus últimas horas de vida. La misma pregunta aún se cierne sobre las familias y la comunidad internacional: ¿dónde están?
