Foto: Reuters/Vitaly Nevar
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Lituania bloqueó el tránsito parcial de mercancías hacia el enclave ruso de Kaliningrado, tensando aún más la situación continental actual. El gobierno lituano ha justificado su decisión expresando que pone en práctica las sanciones establecidas por la Unión Europea (UE) contra Moscú.
Por su parte el gobierno de Vladimir Putin reaccionó a la prohibición y expresó que la misma traería graves consecuencias, además que la calificó como una violación del derecho internacional por parte de Lituania. Moscú especificó que las cargas bloqueadas constituyen entre un 40 y un 50% del total de las importaciones totales del territorio.
“Los pasajeros y los bienes que no están sujetos a las sanciones de la UE pueden seguir transitando el territorio lituano desde y hacia Kaliningrado”, señaló el Gobierno lituano en un comunicado, citado por AP.
El gobierno de Vilna insistió en que “no ha introducido ninguna restricción unilateral, individual o adicional respecto a este tránsito. Lituania simplemente está implementando las sanciones de la UE, que tienen diferentes periodos y fechas de entrada en vigor”, subrayó el texto.
Ante esta decisión Moscú advirtió que “se reserva el derecho a adoptar medidas para proteger sus intereses nacionales” si la situación sigue sin cambios. “Si en breve el tránsito de mercancías entre Kaliningrado y el resto del territorio de la Federación Rusa a través de Lituania no se restablece en su totalidad, entonces Rusia se reserva el derecho a adoptar acciones en defensa de sus intereses nacionales”, agregó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El enclave de Kaliningrado es un territorio ruso dentro de Europa que hace frontera con Polonia y Lituania, dos países miembros de la OTAN y la UE, donde se encuentra una base militar con armas nucleares y que desde hace años es foco de tensiones geopolíticas entre Rusia y la Alianza Atlántica.
Por su estratégica ubicación, ha sido una de las principales bases navales soviéticas del mar Báltico, junto con Riga (la capital de Letonia) y la isla de Kronstadt, cerca de San Petersburgo. Con la invasión a Ucrania, esta área ha recuperado protagonismo, por ser punto de las divisiones cada vez más marcadas entre Occidente y Rusia y tratarse de un área crucial para la ofensiva de Moscú contra Kiev y para asegurar sus defensas contra cualquier hostilidad procedente de los países de la OTAN.
