¿Quién es Milenita la novia de Chacón en Vivir del Cuento?

Texto: Redacción Cuba Noticias 360

Milena Savigne no decidió actuar en la televisión; lo decidió por ella Ignacio Hernández, director del aclamado espacio Vivir del Cuento, cuando en uno de los ensayos notó su vis cómica y lo bien que empastaría como la novia de Chacón.

“Desde atrás de las cámaras yo le hago una broma a Wilber Gutiérrez en el mismo tono en que está el personaje hoy en día, entonces Ignacio y Jaime Fors, el guionista que con más frecuencia escribe para el programa, dijeron: esta es la mujer que necesita Chacón —explicó Milena en un espacio radial—. Él lleva este tipo de mujer, que sea joven, que lo coja para sus cosas y que le meta el pie por ser siempre tan alardoso. Lo probamos en un programa por el 14 de febrero, al público le gustó y hasta el sol de hoy”.

Milena es su nombre real, pero la gente en la calle, que por lo general no lo sabe, la llaman Milenita, le preguntan cómo puede soportar a Chacón y hasta le recomiendan remedios para sobrellevar los “achaques” de su novio, porque en eso precisamente consiste la popularidad, en que la audiencia confunda la vida del artista con la de su personaje; aunque Milena Savigne no es actriz profesional, sino la asistente de dirección de Vivir del Cuento.

Hasta ese programa llegó por casualidad y por atrevimiento suyo, según ella misma ha declarado: “A la asesora del espacio en aquel momento y a la productora general, que sigue siendo Argentina Fabré, les comenté que yo había pasado talleres de guion, algunos cursos, y estaba interesada en escribir. En ese minuto ni siquiera sabía en qué programa ellas trabajaban, yo fui la aventurera que quería empezar y no sabía en qué. Cuando me dijeron que se trataba de Vivir del Cuento me asusté un poco, pero ellas me estimularon y me dijeron: tráenos una propuesta y quizás funcione. Y así fue como comencé en la televisión, haciendo guiones para Vivir del Cuento desde los 17 años”.

A partir de ese momento, Savigne no ha parado de trabajar y superarse, pues ha fungido como productora en otras propuestas televisivas como Decimalex, un espacio para la promoción de la décima oral e improvisada en Cuba, y estudia en la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual (Famca) en el curso para trabajadores.

En más de una ocasión ha revelado su voracidad por aprender, aunque en ese aspecto su primera y mejor escuela sigue siendo Vivir del Cuento.

La química entre Milenita y Chacón, las constantes metidas de pata del anciano para complacer a su muchachita y las situaciones hilarantes que se suceden entre ellos conforman una de las subtramas que más se agradecen en Vivir del Cuento por la frescura en la interpretación y por las infinitas posibilidades que ofrece a los guionistas, que han hecho maravillas con esta pareja dispareja.

“Es un privilegio y un eterno aprendizaje trabajar en ese programa —ha confesado—, porque todos los días uno se nutre de muchas experiencias. Siempre estaré agradecida con el colectivo, que es el que ayuda e impulsa el resultado que después puede ver el público en pantalla; aunque yo siempre digo que, en mi caso, yo no actúo, yo hago el ridículo”.