Foto: archivo | CN360
Texto: Hugo León
Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, citó a la sede de la Cancillería de la isla el 27 de febrero a Benjamin Ziff, Encargado de Negocios de los Estados Unidos, para expresar formalmente la postura de Cuba por el otorgamiento de asilo político al piloto que llegó al país norteño a bordo de un An-2 robado.
El ciudadano cubano Rubén Martínez Machado, autor del secuestro de la aeronave con la que trabajaba, llegó a Florida el 21 de octubre de 2022, tras lo cual estuvo a la espera de un juicio ante las autoridades estadounidenses y Cuba pidió su deportación, algo que no sucedió, al concedérsele el permiso para quedarse en el país al que llegó con el avión.
En una Declaración oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), la entidad asegura que el Encargado de Negocios de Estados Unidos en Cuba fue citado para “trasladar formalmente la enérgica protesta de Cuba” por la decisión de Washington.
Según el texto, el Minrex había solicitado en cuatro notas verbales anteriores la devolución del autor de este acto de piratería aérea y de la aeronave, propiedad de la Empresa Nacional de Servicios Aéreos S.A. (ENSA).
En las notas y en la presente declaración, explica la Cancillería, se reitera que los actos de piratería aérea constituyen delitos tipificados en varios convenios internacionales ratificados por Cuba y los Estados Unidos y que el hecho representa una violación del espacio aéreo, de la seguridad operacional y de las regulaciones aeronáuticas cubanas en correspondencia con lo estipulado en los Anexos del Convenio sobre Aviación Civil Internacional.
El comunicado agrega que la impunidad sobre acciones de esta naturaleza constituyen un precedente negativo y peligroso.
Según los encargados de la diplomacia cubana otorgar asilo político a alguien que secuestró una aeronave con fines de emigrar constituye, además, una violación de lo consignado en la Declaración Conjunta en materia migratoria suscrita por Washington y La Habana en 2017.
La declaración del Minrex recuerda que la historia de la piratería aérea alentada y tolerada por Estados Unidos con fines de desestabilización y hostilidad política contra Cuba tiene una trayectoria conocida y de consecuencias muy negativas y sensibles.
El texto concluye señalando que “el Minrex deplora esta decisión del gobierno de los Estados Unidos y de su sistema judicial, que los convierte, en la práctica, en cómplices y estimuladores de la piratería y el secuestro aéreo, delitos que, de tolerarse y protegerse, podrían estimular actos ilícitos similares con repercusiones negativas para la seguridad nacional de ambos países”.
La decisión de Washington se da a conocer al tiempo que la administración de Joe Biden incluye a Cuba en su lista de países patrocinadores del terrorismo, y justamente cuando una delegación de alto nivel del gobierno cubano visitará instalaciones portuarias de Estados Unidos como parte de los esfuerzos conjuntos por la seguridad marítima.
