Fotos: RL Hevia
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
La presencia del otrora bigleaguer Rusney Castillo en el equipo de Matanzas se ha convertido, sin lugar a dudas, en uno de los mejores sucesos que le han dado color a la segunda edición de Liga Élite del Béisbol Cubano.
Por mucho que la nómina de los Cocodrilos esté conformada por otras estrellas que también tiene un pasado en la Gran Carpa, desde que en el mes de septiembre se conoció el fichaje del jardinero avileño ex de los Medias Rojas de Boston, la afición ha estado bien atenta a su actuación.
Y es que quizás en estos momentos pueda parecer normal ver a jugadores con experiencia en MLB y otras ligas profesionales vistiendo el traje de Matanzas, pero aun así sigue siendo un hecho extraordinario para un béisbol que por muchos años prácticamente enterró en el olvido a esos atletas.
“Después de pasarme 10 años sin jugar aquí, volver a hacerlo fue tremenda emoción, algo muy emotivo para mí”, confesó Rusney en exclusiva para Cuba Noticias 360 durante la visita de su actual escuadra al estadio Latinoamericano.
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Y precisamente unas de las interrogantes que más se plantean sus seguidores es por qué los Cocodrilos y no otro plantel de los seis que animan el certamen, toda vez que los Tigres de Ciego de Ávila, donde jugó siempre durante su etapa previa en Series Nacionales, no participan en la actual lid.
Sobre esa decisión, explicó que se debió a que la familia de su esposa es de Matanzas, a lo que agregó sentirse “muy agradecido con esta provincia por el recibimiento que me han dado”.
Si bien Castillo experimentó un comienzo un tanto lento al bate, sus números tras más de una veintena de juegos evidencian la calidad que todavía exhibe a sus 36 años. Después de él, también se han puesto bajo las órdenes de Armando Ferrer otros ex MLB como Dariel Álvarez o el propio Erisbel Arruebuarruena.
“Realmente no he seguido mucho esta liga cubana estando afuera, pero según he escuchado este año ha estado mejor que el primero, ha habido mejores refuerzos y se han podido concentrar a los peloteros que más nivel tienen en Cuba”, reflexionó sobre el nivel que ha podido encontrar en su retorno.
“También están los casos de los que como yo hemos regresado y eso mejora también la calidad de la liga. Creo que todos los cubanos que hemos venido a jugar aquí de nuevo vamos a levantar el nivel del béisbol”, aseguró.
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Desde que la II LECB comenzó a principios de noviembre, Rusney solo se perdió un puñado de juegos porque debió viajar al Medio Oriente para el lanzamiento de la Baseball United, una nueva competición profesional que crearon en esa región y de la que va a formar parte.
“Tuve la oportunidad de estar en la inauguración hace poco”, contó. “Este año se hizo solo una exhibición y la liga como tal empieza en octubre de 2024. Es una buena oportunidad, es otra puerta que tengo abierta para una liga invierno, yo ya he jugado todas las ligas del Caribe, pero hasta que me mantenga saludable voy a seguir”.
En relación a su futuro inmediato detalló que este otoño tuvo “par de llamadas desde Puerto Rico para volver allá, pero les dije que no estaba en condiciones por la lesión que tengo ahora en la rodilla y decidí quedarme aquí hasta que me logré recuperar del todo”.
El ahora pelotero yumurino aseguró que va a estar con Matanzas hasta el final de la Liga Élite, y el año que viene “posiblemente juegue la Liga de Verano de México”. Sin embargo, la revelación más importante la dejó para el final: “Y si Cuba quiere convocarme yo voy a estar disponible también”.
Por el momento se desconoce el calendario internacional del equipo cubano para el próximo año, aunque no estará ni la mitad de cargado que el 2023, donde convergieron Clásico Mundial, Centroamericanos, Copa del Caribe y Panamericanos.
Sin embargo, en cualquiera que sea el evento al que acuda la selección de las cuatro letras, el avileño nacido en 1987 seguramente integrará, al menos, la preselección. Otra cosa sería una locura.
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