Foto: B/R Football
Texto: Raúl del Pino
La noticia le ha dado la vuelta al planeta en las últimas horas: El París Saint-Germain sancionó con dos semanas sin jugar y sin sueldo a Lionel Messi, luego de que el astro argentino hiciera un viaje con su familia a Arabia Saudita aparentemente sin autorización.
Lo sucedido ha dejado boquiabierto a unos cuantos, porque si algo identifica al campeón de Qatar 2022 es su disciplina y la capacidad para mantenerse alejado de polémicas de esta envergadura. Pero todo no resulta tan simple como aparenta y detrás de la suspensión hay toda una historia tejiéndose que ha explotado como el nuevo culebrón de fin de temporada.
Todo pasa porque Messi no renovó con el PSG, algo que tras ganar la Copa del Mundo con Argentina parecía que estaba hecho. Sin embargo, la decepcionante actuación del conjunto parisino en Europa y el paso irregular en el tramo final de la Liga, provocó que el rosarino finalmente decidiera en cambiar nuevamente de aires, como se ha confirmado hoy.
Las versiones de algunos medios catalanes y argentinos coinciden en que el 30 parisino sí pidió permiso al club para realizar este viaje, el cual había pospuesto ya en dos ocasiones, y aprovechó para reprogramarlo esta semana dado que lunes y martes los habían concedido libres.
No obstante, la dura derrota que sufrió la escuadra en el Parque de los Príncipes el domingo en la Liga local hizo que el entrenador cambiara de planes sin previo aviso y convocara un entrenamiento el lunes en la mañana, cuando el argentino ya estaba de camino a Arabia y no podía regresar.
Aquí es cuando entran las teorías de conspiración acusando al PSG de querer tomar revancha con Messi por su no renovación, y sobre todo ahora que el Barcelona ya no esconde el interés por hacer regresar al mejor jugador de su historia para un último Last Dance.
Lo cierto es que sí parece que hay algo más, pues en otros casos la cúpula directiva no ha tenido una mano tan dura para castigar comportamientos inadecuados, o simplemente ha mirado hacia otro lado. Podemos encontrar ejemplos en las ausencias de Neymar para ir al cumpleaños de su hermana a Brasil o en las declaraciones perjudiciales para el club de Mbappé.
Por lo pronto, aunque no se ha hecho pública de forma oficial la sanción, y solamente se conoció mediante una filtración a la prensa en la noche del martes, Messi sí la acató y no se presentó el miércoles en el entrenamiento. El capitán albiceleste probablemente no se pronunciará al respecto pero de seguro la decisión no le cayó nada bien.
Las horas de Messi en París están contadas. Los grandes medios de la ciudad de la luz comienzan ya a reconocer lo que desde Barcelona algunos vienen diciendo desde inicios de año. Sin embargo, se desconoce si la Ciudad Condal será el destino final, o irá a otro sitio. Por ahora no depende del jugador ni del club. Los próximos capítulos de la telenovela nos lo dejarán saber.
