Texto: Raul del Pino
Foto: Dairon Reyes / Instagram
Muchos años antes de que Lionel Messi decidiera poner rumbo al Inter de Miami y la MLS, al cubano Dairon Reyes le llamaban igual que al astro argentino cuando hacía piruetas con un balón gastado en algún terreno perdido del municipio habanero de Arroyo Naranjo.
Aquel niño corría por el costado derecho y parecía que tenía la pelota atada al pie. Ese talento inusual y otros tantos giros que dio su vida, llevaron al “Messi cubano” a aterrizar en el 2019 en la academia del mismísimo equipo de la urbe floridana, donde más tarde viviría una experiencia que marcaría para siempre su todavía joven carrera.
El momento ocurrió en septiembre el año 2022 cuando la selección de Argentina jugó par de partidos amistosos en Estados Unidos y eligió como cuartel general las instalaciones del club “rosita”. Dairon, a sus 19 años, ya formaba parte del segundo plantel, y era uno de los “legionarios” habituales en las convocatorias de la escuadra antillana, tanto sub-20 como de mayores.
En uno de los entrenamientos frente al combinado argentino, el cubano se lució ante los futbolistas suramericanos, los mismos que tres meses después harían historia levantando la Copa del Mundo en Qatar. Los jugadores y el cuerpo técnico albiceleste, asombrados, se llenaron de elogios hacia él, y el propio Messi, cuando Dairon se acercó para pedirle una fotografía, le dijo que tenía habilidades para jugar en Europa.
“Fue el mejor día de mi vida. Un sueño cumplido”, contó a la revista Play Off Magazine semanas después de ese día histórico. “Oír a jugadores de clase mundial decir eso, es increíble. Soy un afortunado”, rememoró en esa ocasión.
Su foto con “el mejor de la historia” le dio vuelta al mundo, pero lo que Dairon no sabía es que poco más de un año después la repetiría, ahora ambos vistiendo el mismo uniforme rosado del Inter de Miami, y con Messi cargando su octavo Balón de Oro.
Pero de recuerdos no vive el hombre, y menos el deportista. La prometedora carrera de Reyes se vio interrumpida en la primavera de 2023 debido a una dura lesión que sufrió en una de sus piernas. Como cosa del destino, su forzada salida de las canchas ocurrió a pocas semanas de que se hiciera oficial el fichaje del crack procedente del PSG por Las Garzas.
Quién sabe si de no haberse roto el ligamento cruzado anterior, el extremo habanero ya hubiera compartido césped con el 10 argentino. Si algo ha caracterizado la gestión del técnico Gerardo “el Tata” Martino”, fichado meses antes de la llegada de Messi a la MLS, son las oportunidades que le da a los jóvenes talentos del club.
Casi un año después de la lesión, Dairon ha vuelto a jugar con el Inter de Miami II en la MLS Next Pro. Ya ha pasado el tiempo desde aquel adolescente prometedor que el club contrató oficialmente en 2022. Ahora sigue siendo un joven de 20 años, pero necesita demostrar que tiene la capacidad para trascender en una organización que ha revolucionado el fútbol en Estados Unidos.
En medio de ese proceso, la selección de Cuba le ha vuelto a abrir las puertas. El DT Yunielis Castillo lo incluyó recientemente en la lista de 23 futbolistas que comenzarán en unos pocos días el largo y empinado camino en pos de la clasificación a la Copa del Mundo de 2026.
Reyes es uno de los 15 “internacionales” que defenderán la elástica nacional y, ante la nueva ausencia de Onel Hernández, debe asumir más galones en el ataque insular. Los Leones del Caribe concursarán en un a priori asequible grupo A, donde Honduras parte como favorito, junto a Antigua & Barbuda, Bermudas e Islas Caimán.
Precisamente, el once tricolor comenzará su andar ante el difícil elenco “catracho”, en Tegucigalpa, el próximo 6 de junio, y completará esta primera ventana mundialista el 11 frente a Islas Caimán, en el estadio Antonio Maceo, de Santiago de Cuba. Los restantes dos encuentros de la llave están pactados para el mismo mes pero del año 2025.
Con 13 convocatorias previas y un gol con la absoluta cubana, Dairon Reyes buscará aprovechar esta nueva oportunidad para reencontrarse con su mejor versión. Sumar minutos de calidad y lograr un buen resultado le propiciará también buenos dividendos con su club. Si todo sale según sus planes, el futuro le puede deparar otra foto con Messi. Esa, ojalá, sea de ambos compartiendo un balón sobre el césped.
