Foto: Newcastle University
Texto: Hugo León
Quien piense que el placer es cosa del siglo XXI y que a las grandes civilizaciones de la antigüedad les faltaba inventiva para la diversión carnal, está bastante lejos de la realidad. Si no bastaban las escenas explícitas de series y películas para dejar esto claro, el descubrimiento de lo que pudo ser el primer “consolador” romano lo confirma.
El objeto en cuestión tiene dos mil años de antigüedad según los investigadores y fue descubierto en el fuerte romano de Vindolanda -al norte de Inglaterra- en 1992. En un principio se creyó que era una herramienta de costura, pero nuevos estudios indican que pudo ser utilizado como juguete sexual.
De ser así, sería el consolador de madera de tamaño natural más antiguo descubierto hasta la fecha, apunta el examen realizado por arqueólogos de la Universidad de Newcastle y de la University College de Dublin.
El objeto mide 16 centímetros de longitud y su curiosa forma emula, al menos en parte, un miembro reproductor masculino.
Al respecto, el Dr. Rob Collins, arqueólogo de la mencionada Universidad de Newcastle, confesó que una parte de él “piensa que es evidente que se trata de un pene”.
En una entrevista con el diario The Guardian, el estudioso recalcó que es sabido que los romanos y griegos usaban complementos sexuales, y que este objeto de Vindolanda podría ser un ejemplo.
El objeto, de forma fálica, ha sido analizado ya por varios investigadores de diversos centros universitarios y han concluido que se trata del primer consolador de madera de tamaño natural de la época romana del que se tenga conocimiento.
Para Barbara Birley, investigadora de Vindolanda, este bien puede ser único en su supervivencia de la época, pero es poco probable que haya sido el único utilizado a lo largo de la frontera o en general en la Gran Bretaña bajo dominio romano.
No obstante, los investigadores se muestran cuidadosos con su opinión sobre el objeto: existen también teorías que lo consideran un objeto de tortura.
Collins, por ejemplo, reconoció a The Guardian que no siempre se usaban por placer y que podían ser complementos de torura, así que utiliza el término “juguete sexual” de manera muy consciente y espera que se haya utilizado para eso, algo que considera la “posibilidad más emocionante e intrigante”.
Otras teorías apuntan a que el objeto de madera podría haber sido un mortero para moler ingredientes culinarios, medicinales o cosméticos; o que sería parte de una estatua que las personas tocaban para tener buena suerte.
