Foto: RL Hevia
Texto: Hugo León
La falta de almohadillas sanitarias en Cuba no es cosa nueva, algo que pueden confirmar las mujeres cubanas que dependen de la canasta básica para comprar las del mes, y también las que acuden a las tiendas en MLC para acceder a este producto higiénico a alto costo.
Ante esta realidad, en Guantánamo, un funcionario pidió en televisión que las mujeres tuvieran calma.
Ernesto de la Cruz Rodríguez, director de la Unidad Empresarial Comercializadora de Medicamentos en esa provincia, hizo el llamado en un reportaje de la televisión del territorio que hizo saltar las alarmas.
Guantánamo enfrenta una gran escasez de almohadillas sanitarias. Según De La Cruz, su distribución está afectada hace más de un mes, pero el gobierno retomará gradualmente las ventas. Fue entonces que pidió paciencia.
“Les pedimos a las féminas que agarren un poquito de calma porque las almohadillas sanitarias se irán entregando de manera paulatina», dijo.
No se tiene detalles de la fecha de reinicio de las entregas ni de si se venderá la totalidad del producto o se hará en varios momentos, como se hace actualmente con otros insumos de higiene y de la cuota en sentido general.
Desde 2022 una buena parte de las provincias cubanas, incluyendo Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara y Camagüey, se vieron imposibilitadas de vender íntimas en las farmacias durante meses. Además, en La Habana, no se comercializaron las correspondientes a los meses de enero y febrero.
Para el 2023 Cuba debía diversificar su comercialización de almohadillas sanitarias, con una nueva línea de ventas, pero el reporte de la empresa Mathisa no mencionó incrementos de la producción. Luego, a mediados de ese año, la fábrica ubicada en la provincia de Sancti Spíritus, estuvo paralizada durante meses, desde finales de enero, por falta de materia prima.
Todo lo anterior trajo como consecuencia que en el mercado negro las íntimas subieran de precio, y que hubiera poca oferta también en las tiendas en MLC, a causa del acaparamiento y del bajo volumen de producción.
Una “curita” para la crisis de las almohadillas sanitarias en Cuba