Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: RL Hevia
El espectáculo que supone la final de las Pequeñas Ligas de béisbol en Cuba tampoco ha escapado de la polémica, como sucede frecuentemente con los asuntos vinculados al deporte nacional de la isla.
Este fin de semana las novenas representativas de las urbes de Santa Clara y Sancti Spíritus se enfrascarán en un duelo rompecorazones, cuyo ganador sacará pasaje directo a la Serie Mundial de Williamsport, Pensilvania, pero las querellas comenzaron a salpicar la fiesta antes de la voz de play ball.
Un tema recurrente en las redes sociales durante el transcurso de la semana ha sido el lugar escogido para celebrar la gran final al mejor de tres partidos. Siguiendo la lógica de hacer converger deporte y entretenimiento, el escenario ideal hubiese sido el recién remozado beisbolito Natilla Jiménez, de Santa Clara, una instalación que incluso ahora quedó habilitada para juegos nocturnos.
No obstante, al elenco espirituano le correspondía la condición de sede según el reglamento de la competencia, por lo que un cambio así quedó descartado, sobre todo a sabiendas que ser local, fundamentalmente a este nivel, representa un plus importante.
Las autoridades deportivas de Sancti Spíritus inicialmente anunciaron al estadio José Antonio Huelga para acoger enfrentamiento por el título nacional, una decisión coherente a partir de las condiciones que reúne el emblemático recinto a nivel de logística.
Sin embargo, la casa de los Gallos es un parque diseñado para jugar los mayores y el espectáculo quedaría empañado ante las cámaras de televisión nacional, cuando precisamente el objetivo de desarrollar el béisbol entre niños es que lo hagan en las condiciones apropiadas para ello.
Del propio seno del equipo local surgió la solicitud de mover la final para un espacio más parecido al que habitualmente emplean. Fue entonces que emergió como gran protagonista el terreno de El Pollo, un estadio de softbol modificado para el béisbol de niños, ubicado al lado de la EIDE Lino Salabarría.
El parque, bautizado así en alusión al padre del softbol en la provincia, según un reporte del periódico local Escambray, ha recibido en estos días un intensivo de parte de decenas de manos voluntarias para estar a la altura de un evento que ha calado rápida y profundamente en la afición del país.
Aunque todavía en las redes se puede encontrar algún que otro post de inconformidad –porque sabemos que los cubanos en materia de pelota nunca se van a poner de acuerdo–, la mesa ya está servida para que este sábado a las 10:00 comience el primer encuentro.
En cuanto a los pronósticos, la balanza parece encontrarse equilibrada. Si bien Santa Clara, monarcas nacionales en 2022, llega con un ligero favoritismo sobre el papel, la condición de anfitriones hace que los yayaberos se conviertan en un hueso duro de roer.
El elenco de casa ganó el banderín de la zona oriental de forma invicta, tras disponer 2-0 de Morón (Ciego de Ávila), Camagüey y Bayamo en las fases previas. Los “leoparditos” del centro, por su parte, se presentarán con balance de 6-1 luego de eliminar a Cienfuegos (2-0), Matanzas (2-1) y Pinar del Río (2-0).
El ganador de la finalísima tendrá el honor de representar a Cuba por segunda vez en la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas, celebrada tradicionalmente en agosto. El año pasado, el equipo de Bayamo se convirtió en el primer representante antillano en esas lides y dejó una grata impresión sobre la grama.
Excelente encuentro de infantiles que deben ser tratados como su edad de desarrollo y la etapa deportiva de iniciación. la polémica la crean los adultos desde su incapacidad de procesar y convertir un encuentro positivo en la creación de dicotomias ficticias que le brinden publicidad.