Fotos: Jorge Luis Borges
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Han pasado siete años desde que aquel 25 de marzo de 2016 la Ciudad Deportiva vibrara con la magia de uno de los mitos de la música internacional. The Rolling Stones estaba en Cuba, aunque pareciese un sueño.
Desde todos los lugares de la isla llegaron los fans desde esa mañana al escenario que aguardaba a los “dioses del rock”. Incluso desde días antes sus seguidores merodeaban la zona, disfrutando del espectacular montaje de escenario y sonidos, y sabiendo que lo que allí sucedería iba a ser épico.
Y tanto así fue desde su arrancada, al grito de Mick Jagger: “Hola Habana, buenas noches mi gente de Cuba”. El público enloqueció bajo los sonidos de “sus satánicas majestades”, en lo que sería su primer concierto gratuito después del ofrecido en Río de Janeiro en 2006.
Desde la puesta en marcha el acontecimiento fue todo un espectáculo. La banda británica trasladó a Cuba 61 contenedores con unas 500 toneladas de escenografía, altavoces, luces y pantallas de video.
Pero esa noche, todo se hizo pequeño ante aquel “Jumping Jack Flash”, tema que abrió el concierto, grabado por primera vez en 1968, y que los rockeros de la isla rememoraban de aquellos tiempos en los que compartían en secreto sus discos de acetato. Con la interpretación de “It’s only rock and roll”, la multitud no podía parar de corear y esto era solo el comienzo.
Según una publicación en Twitter de la banda, “The Stones tocaron para 1.2 millones de personas en Cuba”, aunque los datos de los asistentes fueron muy variables en distintos medios. La agencia alemana DPA, por ejemplo, calculó unos 100 mil, cifra muy inferior comparada con los 800 mil estimados por la estatal cubana ACN. En tanto, la agencia estadounidense Associated Press y la cadena multinacional TeleSur coincidieron en números, asegurando uno. 200 mil asistentes.
Lo cierto es que más allá de las cifras, la Ciudad Deportiva vivió uno de los momentos más grandes de su historia. Fans de todas las edades inundaron la veintena de hectáreas en las que se ubicó el escenario, además de aquellos que decidieron seguir el concierto en las pantallas desde la comodidad de su hogar.
Según reportes de varios medios, en la zona VIP coincidieron esa noche personalidades internacionales como el actor Richard Gere, la modelo Naomi Campbell o la cantante country Shania Twain. Nadie se quería perder el colofón de la gira “Olé” que la banda realizaba por América Latina.
The Rolling Stone trajo de todo a La Habana: Rock, Blues, Rock and Roll, Hard Rock, Rock psicodélico, arte en general y, sobre todo, mucha esperanza para aquellos que pensaron que la isla recobraría un ansiado esplendor artístico y económico.
Hace siete años, toda Cuba se movilizó en torno a aquel concierto. La Habana fue el epicentro de una larga espera de fanáticos y melómanos. La realidad, como pocas veces, superó las expectativas y muchos sueños en la isla se cumplieron a través de los sonidos inconfundibles de esos “monstruos de la música”.
