Fotos: Jorge Luis Baños | CN360
Texto: Hugo León
A los amantes de la fotografía en La Habana les espera en la Fototeca de Cuba una exposición alejada de lo usualmente aceptado como “lindo” -la bailarina, el Capitolio o el viejo con el tabaco y el niño jugando-, para acercarse a una Habana diferente, un poco dolida pero también más real.
Se trata de instantáneas recogidas en una exposición personal titulada “El Monte de Manuel Almenares”, del joven fotógrafo capitalino del mismo nombre, que fue inaugurada este 25 de agosto.
La exhibición tiene lugar tres años después de su Premio en la IX Bienal de Fotografía Alfredo Sarabia in memoriam, por el cual la Fototeca organiza la muestra.
El premio llegó con el ensayo fotográfico “La enfermedad sobre la enfermedad”, que tuvo como pie forzado el tema de la pandemia. No obstante, durante la organización de esta muestra se decidió añadir instantáneas del artista que no pertenecen a ese proyecto en particular, explicó a la prensa Claudia Arcos, curadora de la exposición.
Se incluyó, por ejemplo, parte de la serie “Vida Interior”, que obtuvo mención en la Beca Raúl Corrales de la Fototeca en 2018.
A la curadora le pareció importante incluirla porque “deja ver aún más la diferencia del estilo documental de Almenares respecto a otros creadores que han desarrollado la fotografía callejera”, señaló Arcos.
Una Habana diferente a través de la fotografía
Almenares conjuga varios ensayos fotográficos que se acercan a las calles de la capital cubana y cuanto en ella ocurrió durante casi una década, su vida diaria, sus costumbres y ritos, escenas privadas y cotidianas, además del impacto de la pandemia, explicó a la revista Rialta.
El título de la muestra alude a la Calzada de Monte, una de las principales y más pintorescas calles de Centro Habana y precisamente una de las que Almenares frecuenta. Es, además, una clara alusión a que se trata precisamente de “su” monte y no de nadie más, porque cada instantánea es parte de lo que para él perdura y vibra de la ciudad.
En sus declaraciones a la prensa el fotógrafo señaló que se trata de una calle que le ofrece múltiples oportunidades para capturar escenas llenas de historias.
Esas historias, según se ve en las fotografías, muestran una Habana que muchos conocen pero que no se detienen a mirar, y que de hecho más nadie podría observar porque cada quien ve, como Almenares, su propio monte.
