Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Hugo León
Al menos un año debe ahorrar un cubano con el salario mínimo para poder comprar en el sector privado una olla eléctrica a presión, las famosas ollas Reina, pues el costo de estas supera los 23 mil pesos, de acuerdo con denuncias ciudadanas publicadas recientemente en redes sociales.
En las tiendas de MLC en La Habana el equipo brilla por su ausencia y en las tiendas que aceptan pesos cubanos no se venden electrodomésticos de ese tipo hace años, aunque esa sea la moneda en la que pague el estado y la dirección del país dijo que las tiendas en esa moneda virtual serían para aprovisionar las segundas y que todos pudieran comprar allí.
Los precios de las ollas en el mercado informal son incluso más elevados. Las ofertadas esta semana cuestan entre 130 y 160 USD dependiendo del modelo, según pudo comprobar este medio en grupos de compra venta en Cuba.
Al precio actual, esto sería entre 26 mil y 32 mil 800 pesos cubanos. Con el salario promedio cercano a los tres mil pesos y el mínimo rondando los dos mil, para alguien que viva sólo y cuyo único ingreso sea su cobro por el estado, tener una olla es prácticamente imposible.
La utilidad de este equipo es más que obvia y hace algunos años ganó popularidad en los hogares cubanos por facilitar las labores de cocina. Su auge comenzó junto con la llamada “revolución energética”, momento en que Cuba se propuso transformar la matriz de generación de electricidad y el uso más eficiente de esta, por lo que importó y vendió a la población equipos más modernos y de menor consumo.
En Facebook, la publicación de la organización independiente llamada Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) recibió decenas de comentarios lamentando los precios y cuestionando además para qué se podría utilizar una olla como esas si también escasea la comida.
El ICLEP realiza denuncias ciudadanas de este tipo y en esta ocasión entre los mensajes recibidos incluso puede leerse a quienes afirmaban que no podían usarla casi nunca y que la que tienen “se va a oxidar por falta de … uso”.
Otros fueron más allá y señalaron que en “Cuba no hay un sólo producto que el salario lo pueda cubrir” y que la inflación es cada vez más alta.
Entretanto, otro internauta cuestionó que a quienes se les topara los precios fuera a los campesinos y a los boteros y no a los propietarios de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) como las que venden estas ollas.
