Texto: Darcy Borrero
Fotos: Facebook oficial de Festival Eyeife
Hace tres años, en una sala de PM Records donde el humo de tabaco daba aroma y a la vez difuminaba los rostros, Suylén Milanés me contaba detalles de Eyeife, un festival de música electrónica que era aún una incógnita, un deseo, la apuesta por un espacio de confluencia para los DJs productores. Entonces —2017— Suylén defendía la idea de crear sin excusas, bajo la estela de la fusión con acento afrocubano. Aquella edición que se movió entre Fábrica de Arte (FAC) y el ISA, marcó el camino de las siguientes, pero no lo podía definir del todo.
—Hemos tenido que tomar medidas sanitarias a las que no estábamos acostumbrados —dice el Director Artístico de Eyeife 2020, Mauricio Abad, para sellar su respuesta sobre lo que cambia y lo que se mantiene en Eyeife 2020.
—Sigue siendo un festival itinerante. Tuvimos una primera edición en 2017 en el ISA; una segunda en el Almendares, una tercera en el Club 500 (como se llama ahora). Y bueno, este año, nuevamente, ajenos a nuestra voluntad, hemos tenido que cambiar. Si un año ha justificado ese cambio de locación ha sido el 2020, por la pandemia, por ser responsables y jugar limpio.
En 2020, la esencia del festival que transcurre entre el 9 y el 12 de diciembre se mantiene, pero el contexto de pandemia demandó niveles de adaptación que llegan a la escena alternativa y la transforman a partir de la virtualidad.
—Por hacerlo online, cambió el compartir un escenario con miles de jóvenes bailando, brincando, sudando y disfrutando la noche habanera —añade Mauricio en un tono nostálgico. No se siente igual que tener al público delante, apergollados en la nave 4 de FAC, bailando. Pero adaptarse y subsistir es necesario para seguir compartiendo la música con el mundo.
En la no presencia física este festival ha encontrado una fortaleza, algo casi místico: “Mucha de la música que se va a escuchar este año en Eyeife es música creada en cuarentena. Se nos hace un viaje sonoro muy interesante. Hay música que ya no es tan bailable, no es para brincoteo, sino más para escuchar desde casa, introducirse como en un viaje”.
Prosigue el director artístico con que “se mantiene el espíritu, la intención del festival de seguir elevando los lazos entre la música electrónica y la popular cubana en todos sus matices”.
Eyeife, como nombre proveniente del lenguaje religioso Yoruba, representa la positividad, el “Sí” absoluto, la energía que necesitamos para ofrecer nuestra mejor versión. Eso parece seguir intacto para un evento que ha logrado sobrevivir en el año de la pandemia.
“Hay cosas a las que no estamos dispuestos a renunciar, sin importar pandemia u otras situaciones, aunque ahora este lugar o no lugar al que hemos tenido que movernos es inmaterial, son redes sociales. Pero no estábamos dispuestos a dejar de tener un gran escenario”.
“(El que tenemos) es todo lo grande que lo pudimos hacer dado lo mucho que han cambiado las condiciones de trabajo. El staff tuvo que reducirse y trabajamos a mayor distancia. Y seguimos trabajando con mascarillas puestas”, detalla.
El Concurso Eyeife
Este año, como parte de las novedades, el Concurso Eyeife buscaba fusión y talento, y encontró entre sus 232 aplicaciones de casi todas las provincias, productores como Leonardo Milano, quien recibió el primer premio y está en el escenario principal de esta edición del festival.
—Mezcla electrónica con changüí, que es súper complejo. Son mezclas muy interesantes… Me siento muy orgulloso porque gracias al concurso Eyeife que iniciamos al comienzo de la pandemia, hemos descubierto Djs productores en todo el país, que han abrazado este concepto de fusionar (la base electrónica) con ritmos cubanos. No solo el Yoruba. Lo que veíamos antes es que cuando les decíamos a los músicos, a los Djs que queremos más música electrónica fusionada con ritmos cubanos, la mayoría de las propuestas venían mezclando música Yoruba con electrónica de disímiles géneros”.
Masterclass online abiertas a la consulta del público
—Somos cubanos y siempre tratamos de convertir el revés en victoria. A pesar de que cada año realizamos un documental, un videoclip y materiales audiovisuales que no habíamos podido compartir más allá de nuestra propia comunidad de Djs, y alguna que otra vez en la TV, este año si tenemos la posibilidad de retarnos e irnos online con masterclass que se darán desde países como Inglaterra sobre la producción de música electrónica, historia de la música electrónica en Cuba, cómo construir una marca usando el marketing digital, cómo usar plataformas, entre otros temas.
Son conferencias que al estar ahí online, sabemos que nuestros muchachos las van a descargar y las van a compartir entre ellos mediante grupos de Telegram y Whatsapp. Eso nos alegra mucho.
Home sessions y Main Stage
—A pesar de que la situación mundial ha impedido que se sumen algunos creadores, otros que han desarrollado una fuerte empatía con la música electrónica cubana, sí van a pinchar en Eyeife 2020.
Las home sessions son, como indica su nombre desde casa, con jóvenes que se filmaron a su manera, lo que nos parece muy bonito porque deja un retrato de cómo se está viviendo la covid desde el punto de vista de un DJ, de cómo mantienen sus procesos de creación desde sus espacios.
El escenario principal, Main Stage, que es el plato fuerte, tendrá casi la misma cantidad de bandas que de DJs, aunque con menos tiempo de duración en escena. Hemos invitado a Athanai, Osdalgia, al Premio nacional de música Edesio Alejandro, Real Project; Flor de Loto, Vía de escape. Ellos van a tocar entre 10 y 12 minutos. Habrá una timba electrónica loquísima, y todos estos músicos trenzados con las sesiones de DJs de 45 minutos. Y cuando sumas todo esto son 20 horas de música. Transmitida desde las redes sociales.
En Facebook tenemos 20 mil seguidores y aunque sabemos que no todo el mundo va a ver las sesiones en vivo, ese es un público potencial. Y luego esto se queda ahí, atemporalmente, para el consumo, para que se escuche la música cubana alrededor del mundo.
Un evento público y gratuito
—El evento va a ser totalmente público y gratuito, no se van a vender tickets porque eso llevaría una infraestructura de pasarela de pagos y limitaría la audiencia a quienes tengan esa infraestructura. Se decidió que este año iba a ser completamente pro bono. Hemos tenido que trabajar prácticamente el doble, con la única diferencia de que no habrá público delante, en físico. Sabemos que habrá muchos jóvenes que no podrán verlo en vivo por lo costoso del internet, pero al mismo tiempo sabemos que vamos a llegar a algunos que puedan acceder desde la WI-FI para ver a su DJ favorito. Nos quedamos con un buen sabor y esperamos que la costumbre del cubano de compartir sus contenidos de las variadas formas en que lo hacemos, lleguen a todas partes de Cuba.
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En Cuba la música electrónica ha estado presente en los últimos 15 años —me decía Suylen Milanés en 2017. Pero el reconocimiento de esta música fue poco a poco y hace alrededor de seis años que se empezó a institucionalizar. “Pero creo que lo más importante es que los DJ hoy son reconocidos, tienen empresa, y las compañías disqueras e instituciones oficiales como el Ministerio de Cultura han institucionalizado la música electrónica”, enfatizó la creadora.
Heredero del festival de Varadero donde Pablo Milanés logró reunir, como productor y director, a artistas de más de 15 países, Eyeife también le debe a Proelectrónica, organizado durante varios años por Alexis de la O e Iliam Suárez, cuenta Suylén, quien se define como una especie de protectora de ese otro festival.
Tres años después de aquel 2017 en que Eyeife era aún un acto de fe, un deseo, una incógnita, sus palabras alcanzan más fuerza: “Cuando uno lleva tanto tiempo trabajando por la música, la gente te va conociendo y eso crea una confianza porque hay una historia y una figura como Pablo Milanés detrás de todo esto”.
