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Texto: Hugo León
Abril ha sido un mes aciago para los cubanos que han intentado llegar a territorio de Estados Unidos por mar: más de 50 migrantes cubanos fueron devueltos a la isla por el Servicio de Guardacostas de la nación norteña.
Este grupo, compuesto mayormente por hombres procedentes de Matanzas, había intentado llegar ilegalmente a EE.UU. por vía marítima, siendo interceptados en el proceso.
En total fueron trasladados a Cuba 52 personas, un hecho que vuelve a poner en relieve la compleja situación migratoria que enfrenta Cuba, con miles de personas arriesgando sus vidas en travesías por mar y tierra para llegar a tierras de la Unión.
Estos eventos, que se suman a un año de cifras récord en cuanto a migración cubana hacia los Estados Unidos, plantean interrogantes sobre las causas subyacentes y las implicaciones para ambas naciones. Y es que si bien La Habana y Washington han entablado diálogos migratorios recientemente, la situación no va para mejor.
Para entender la devolución de los migrantes, y también la crisis migratoria cubana, hay que ir al centro del asunto: la crisis económica y social que atraviesa Cuba, caracterizada por la escasez de productos básicos, la inflación descontrolada y problemas eléctricos, ha motivado una oleada migratoria sin precedentes.
Se estima que más del cuatro por ciento de la población cubana ha abandonado el país desde el año 2022.
Las cifras son alarmantes: más de 425 mil cubanos llegaron a la frontera de México con Estados Unidos tan sólo entre 2022 y 2023 y cerca de siete mil migrantes fueron interceptados en 2023 por la guardia costera, pues Cuba y Estados Unidos tienen un acuerdo para el retorno de migrantes cubanos interceptados en aguas estadounidenses.
Además del mencionado acuerdo, los migrantes enfrentan grave riesgo de muerte al viajar en precarias embarcaciones a través del estrecho de Florida.
Las duras condiciones climáticas, la falta de provisiones y la posibilidad de ser interceptados en el mar por las autoridades estadounidenses son parte de los desafíos que enfrentan aquellos que se aventuran en esta travesía, algo que han señalado en diversas ocasiones desde la Embajada de Washington en la isla.
