Foto: RL Hevia
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Una de las medidas económicas más comentadas entre la población cubana fue la presunta eliminación del subsidio universal a varios productos de la canasta básica normada, que trajo un fuerte debate sobre si se quitaría o no por completo la libreta de abastecimiento, como también se le llama.
El propio de ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, ha aclarado que no se eliminará la canasta familiar normada pero sí está en profunda revisión el sistema de subsidios, que actualmente beneficia a todos por igual, sin considerar su nivel de ingresos.
Más de 1 600 millones de dólares en importar los productos de la canasta está gastando el gobierno cubano, y eso, según Gil, es insostenible ante el aumento de los precios en mercados internacionales.
La propuesta es reajustar los precios de algunos productos y dirigir los subsidios a las personas más necesitadas, pues desean una distribución “más justa y eficiente” de los recursos.
Ha repetido el discurso del primer ministro de hace unos días, cuando anunciaron las medidas: “Es algo que tenemos que revisar, porque esa pretensión de mantener el aseguramiento de productos a precios muy subsidiados en la actualidad no es una distribución muy equitativa”.
Se aboga, entonces, por una corrección de esta distorsión, en el marco de las nuevas medidas que llegan tras el fracaso de la “tarea ordenamiento”, reconocido por ellos mismos.
Sin embargo, una pregunta quedó en el aire: ¿Cómo se aplicará el aumento de los precios de la canasta básica, cuando los salarios no alcanzan, y los productos de la canasta básica nunca llegan a tiempo? De eso, no se habló.
Dijo el titular de Economía y Planificación que, de manera general, las medidas han tenido aceptación y comprensión por la población, pero hay preocupaciones en cuanto a su implementación, sobre todo las relacionadas con el incremento de precios; cuando gran parte de los cubanos se opone a este «paquetazo» económico y el debate tanto en la calle como en redes sociales es bien diverso.
El economista cubano Pedro Monreal, una vez más ha expuesto su punto de vista: “Quizás la preocupación con la etiqueta neoliberal y con hacer proyecciones muy generales, hizo que se mencionara al final, como de pasada, un punto central respecto al que no se ofrece una solución entendible: los salarios no satisfacen las necesidades de la familia”.
