Texto: Darcy Borrero
Desde que por primera vez en la Cuba de la Revolución un ministro le propinara a un civil un manotazo descontrolado —dirigido al teléfono móvil— han estallado en redes sociales los memes que ironizan y llegan a la sátira de la que nadie escapa en el mundo contemporáneo.
Aunque las primeras reacciones fueron de vergüenza, estupor y una profunda aversión hacia la actitud casi infantil y primitiva del ministro de Cultura Alpidio Alonso, luego vino el momento de la distensión que permite sintetizar el mensaje y sondear la risa en el público meta, vía redes sociales.
Los habituales memeros cubanos coquetearon con el parecido entre los nombres Alpidio y Elpidio, ese animado del gran Juan Padron, el Quino tropical.
Elpidio, como Mafalda, tiene sus grandes frases y, sobre todo, mucho machete por dar todavía. Los cubanos se preguntan: ¿el ministro también?
Si el referente fueran los discursos promovidos por medios y otras plataformas estatales que disculpan el manotazo del ministro y hasta dicen que cualquier ‘revolucionario de raza’ hubiera reaccionado así ante la ‘provocación’ de artistas ‘vendidos’, podría entenderse el paralelismo entre Alpidio y Elpidio el machetero mambí.
No obstante, un sector de la comunidad cubana más oficialista intentó limpiar al ministro diciendo “yo fui el que dio el manotazo”, un clásico del apoyo colectivo a la pifia de un individuo.
Otros memes se fueron por el camino de la poesía, ya que el ministro ostenta un título de poeta cuestionado por muchos. Lo han choteado con la ‘cursilería’, el uso del gerundio, y la incapacidad de ‘encabalgamiento de su verso’. Incluso hay quienes lo ponen varias veces repetido sobre un fondo rojo, con el cuello virado, los ojos abiertos… y una camisa blanca.
Están los memes inspirados en Los Simpson y Bob Esponja: en el primer caso ponen a Los Simpson reunidos en torno a una conversación, y la frase ancla el mensaje: “Cuentan que fue tan duro el manotazo del Ministro que los gritos de dolor despertaron a Godzilla” …
Así, aunque el ministro haya tratado de impedir que lo grabaran durante una transmisión directa en redes sociales, no lo logró y, con el manotazo, empeoró las cosas: ahora su imagen da vueltas con las resemantizaciones que encuentran los creadores de memes.
