Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Facebook
Hoy cumpliría 78 años uno de los rostros más queridos de la Televisión Cubana. Rogelio Blaín, o como muchos lo conocen, Lucio Contreras, por su personaje en la emblemática telenovela cubana Tierra Brava, dejó un legado en la actuación en la Isla, tanto, que es considerado como una leyenda.
En mayo de 2018, nos dijo adiós físicamente, a los 74 años falleció producto a una enfermedad que no pudo superar. Pero sus personajes, su voz y su talento quedaron en incontables escenas y materiales, sus personajes lo hicieron popular entre los cubanos, su recuerdo permanece.
Blaín, quien solía trabajar en una fábrica de tabacos antes de ser actor, participaba desde entonces en obras de teatros para los trabajadores de aquel lugar, donde se notaba una pasión por sus personajes, su deseo de convertirse en artista.
Blaín fue un actor todoterreno: aventuras, novelas, radionovelas, obras de teatro, teleplays y películas figuran en su biografía. En Lucio, quizá su personaje más recordado, demostró que podía hacer de villano, el tiránico de Tierra Brava, novela dirigida por Xiomara Blanco inspirada en la radio novela Medialuna de Dora Alonso.
Cuentan que durante el rodaje, Blaín se cayó de un caballo y se hizo un esguince y poco después sufrió un infarto. Es por esta razón que su personaje aparece en una silla de ruedas. Nunca quiso que nadie lo reemplazara y no abandonó el set de filmación.
Otro de sus personajes fue Antonio, en Lucía, de las películas cubanas imprescindibles en nuestra filmografía. Historias de la filmación, con su director Humberto Solás, narran que dicho cineasta se apareció con una botella de ron blanco con la intención de hacer más natural una de las escenas de Blaín, pero este confesó que podía pasarse de tragos, “porque un actor nunca debe dejar de pensar que está actuando”, dijo en alguna entrevista.
También recordarán al marido celoso en Las huérfanas de la Obrapía, novela que nos acerca al relato de cuatro jóvenes que se presentan al sorteo de La Obra Pía, en el que cinco huérfanas podían ganar mil pesos para ir al matrimonio o al convento.
Y no podemos dejar de mencionar al oficial del Ministerio del Interior en la teleserie Móvil Ocho y sus personajes en la novela Pasión y Prejuicio, Al compás del son; en aventuras para la televisión como El Conde de Montecristo, Papaloteros, El capitán Tormenta, y en los policiacos Julito el pescador y Día y Noche. La lista es bien larga, Rogelio Blaín se quedó en el corazón de los cubanos.
