Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Hugo León
Utilizando materias primas importadas, Cuba está fabricando economizadores de entrada y salida para las calderas de sus termoeléctricas, responsables de la generación de más del 60 por ciento de la energía que consume el país.
Según informaciones del diario estatal Granma y fuentes de la televisión nacional, esas producciones serán destinadas a la Central Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos.
Las piezas y agregados tienen tecnología japonesa y “suponen un elevado beneficio financiero y económico para el país”, además de “contribuir a mitigar las limitaciones tecnológicas en la generación base”, resaltan las fuentes oficiales.
El proyecto lo asumen actualmente talleres especializados de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas (EMCE), en La Habana, a fin de montarlas próximamente en la mencionada termoeléctrica.
“El colectivo, inmerso en el rigor profesional que requieren los flujos de producción, fabrica 89 serpentines para garantizar el mantenimiento en la parada de febrero”, dijeron directivos del taller de ECME a los medios estatales.
De acuerdo con la nota, este tipo de piezas y agregados antes se adquirían en el exterior, con grandes gastos para el país.
Según publicaciones especializadas, los “economizadores”, o recuperadores de calor de gases de combustión, son intercambiadores de calor que se instalan en las chimeneas de una caldera. Por su diseño, recuperan el calor que de otro modo se desperdiciaría. De esta forma, reducen el consumo de combustible para una demanda de vapor determinada y reducen el estrés térmico en la propia caldera.
“Al recuperar el calor residual, un economizador a menudo puede reducir los requisitos de combustible entre un cinco y un 10 por ciento”, indican fuentes productoras de estas piezas.
El ahorro que indican esos productores representaría un alivio para la economía de la isla, que cada año eroga millones de dólares importando combustible para el funcionamiento de las centrales termoeléctricas.
