Foto: Shutterstock
Texto: Hugo León
Un cubano que viajaba de regreso a España fue detenido en el aeropuerto de Madrid-Barajas de la nación ibérica, por contrabando de tabacos, mostró en un video el canal Discovery Latinoamérica.
El viajero llevaba 224 puros de origen cubano en su equipaje, una cifra que supera con creces la cantidad permitida por las autoridades españolas para los cargamentos personales no comerciales.
Uno de los guardias encargados de inspeccionar las maletas en el punto de control de equipaje encontró los paquetes sospechosos.
“No es ilegal traer tabaco, siempre que sea dentro de unos límites”, indica la fuente.
El video permite ver que en primera instancia el cubano miente a las autoridades, al señalar que llevaba solamente dos mazos de 50 y de 76 tabacos respectivamente. El guardia que inspeccionaba su maleta indicó que se contaría el total, pero que evidentemente había más.
Según el joven cubano, eran tabacos que cuestan dos pesos en Cuba.
Esto llama particularmente la atención porque en la Mayor de las Antillas los tabacos que se venden en las bodegas no tienen ese precio hace meses, así que se puede presumir que el video tiene cierto tiempo de filmado o que el cubano también mintió al respecto, sin que las autoridades españolas pudieran saberlo en el momento de la entrevista inicial.
También impacta la calidad de los puros que se aprecian en las imágenes, bastante superior -al menos a la vista- a la de los tabacos que por lo general se venden en los establecimientos estatales.
De acuerdo con las declaraciones del joven, ese tipo de tabaco es usado con fines religiosos, “donde se fuma y se le da humo al santo”.
Los puros cubanos más famosos se venden en cientos de euros cada uno en los mercados europeo y chino, mientras que los tabacos de menor calidad, vendidos en bodegas estatales, suelen venderse por menos de 15.
Al ser cuestionado si esos rituales también eran realizados en España, el joven afirmó que sí, que era la religión de muchos cubanos, como mismo la de muchos españoles era la religión católica.
Si el cubano decidía pagar el valor de los tabacos para sacarlos del aeropuerto, le costaría 700 euros, un dinero que según él no tenía.
“Si me lo decomisan no me importa”, dijo. Esa fue la salida por la que optó, pues un acta de contrabando y una multa sería demasiado para su economía. El viajero afirmó que llevaba dos años viviendo en España, en los cuales estuvo los primeros ocho meses sin trabajar.
Los tabacos cubanos están considerados entre los mejores del mundo, de ahí su alto valor en el mercado.
