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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
El pintor cubano Cosme Proenza Almaguer falleció en la madrugada de este lunes 12 de septiembre en su ciudad natal, Holguín, a consecuencia de la Covid-19, según informó su hija Sandra Proenza.
Sandra Proenza dio a conocer la noticia del deceso de su padre a través de su perfil en la red social Facebook, donde agregó algunos detalles sobre el entierro del artista.
«Acaba de fallecer mi padre Cosme Proenza Almaguer después de varios días en lucha por su vida en el hospital de nuestra ciudad, se encontraba con COVID. Sus cenizas serán llevadas a su tierra natal junto a sus padres», escribió Sandra Proenza.
Según medios no estatales, desde el pasado martes Proenza permanecía ingresado en el Hospital Provincial Universitario Vladimir Ilich Lenin y se encontraba ventilado y reportado de “muy grave”.
El reconocido artista cubano tenía al momento de su muerte 74 años y era natural del poblado rural de Tacajó, municipio Báguanos, en la provincia de Holguín.
Proenza fue pintor, dibujante, ilustrador, grabador y muralista, además de contar con una extensa labor como investigador y profesor.
Durante su vida realizó más de una treintena de muestras personales y colectivas por varios lugares del mundo, donde su obra y sello personal fueron muy halagados.
En toda su obra logró reapropiarse de los códigos más tradicionales del arte universal para mezclarlos en un mundo imaginario muy propio, inundando cada una de sus piezas de un misticismo único.
Sus obras han sido expuestas en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, en el de Krasnodar, Rusia, el Instituto Superior de Bellas Artes de Kiev, en Ucrania e incluso se han exhibido en el Museo del Vaticano.
También sus piezas están en manos de coleccionistas privados de Polonia, Ucrania, México, Rusia, Checoslovaquia, Laos, Vietnam, Italia, Venezuela, Perú, Bolivia, Nicaragua, Georgia, Costa Rica, Estados Unidos, Austria, Francia, Panamá, Alemania, Puerto Rico y España.
Cosme Proenza cuenta con la Distinción por la Cultura Nacional otorgada por el estado cubano en 1998 y la Medalla Alejo Carpentier en 2002, entre otros reconocimientos.
