Fotos: Jorge Luis Borges
Texto: Redación Cuba Noticias 360
Ante la desfavorable situación epidemiológica que enfrenta hoy La Habana, epicentro de la pandemia de Covid-19 en Cuba, las máximas autoridades del Consejo de Defensa Provincial (CDP) decretaron la restricción total de movimiento de personas y vehículos a partir mañana viernes 5 de febrero, en el horario de 9:00 de la noche a 5:00 de la madrugada.
Desde inicios de la pandemia en el país en marzo del 2020, la capital ha venido reportando los índices de contagios más altos de la isla, pero nunca como desde el 1ro de noviembre último, cuando el gobierno apostó por abrir los aeropuertos nacionales a viajeros a fin de obtener beneficios financieros como vía para contrarrestar el profundo deterioro de la economía, agudizado por la letal enfermedad que azota el mundo.
El nuevo panorama pandémico determinó que la urbe en fase 3 (y se hablaba ya de una nueva normalidad) después de una primera etapa de confinamiento, retrocediera por decisión de las autoridades sanitarias y gubernamentales a la temida Fase de Transmisión Autóctona Limitada que conllevó a asumir una serie de medidas de restricción las cuales, hasta el momento, no han logrado contener el incremento y dispersión del virus por los 15 municipios a pesar de que los funcionarios a cargo del control han asegurado que el problema lo van a resolver.
Y a su vez, aunque reconocen el detonante causado por la entrada de turismo internacional y otras personas, incluso nacionales que hicieron estancia en distintas naciones para luego retornar a casa, atribuyen a diario el aumento y estragos del virus a la falta de responsabilidad de la población por no cumplir los protocolos establecidos y las imprescindibles medidas de protección de salud.
El consejo de defensa este jueves apuntó como de costumbre hacia las populares colas, “donde la aglomeración de personas viola lo dispuesto sobre el distanciamiento físico” y exigió mayor firmeza de los órganos impositores de multas, los grupos de Lucha Contra Coleros y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en el enfrentamiento “a ese fenómeno negativo” y en la detección de los coleros, según medios locales.
En este sentido el jefe provincial de la PNR, Frank Jiménez, informó que en el horario comprendido entre la noche y madrugada de ayer fueron detenidos 66 ciudadanos por hacer filas a horas inusuales, aunque no tanto para los cubanos de la isla.
Cierto es que la mayor parte de los habaneros invierten buena parte de su tiempo en formar colas, e igualmente verdadero es que el fuerte estrés que padecen al tratar de comprar productos que casi nunca alcanzan para todos los hace perder la perspectiva de protección sanitaria y amontonarse. Y los de pensamiento más avispado o los más informados en los estragos de la Covid-19 como las fuerzas del orden deben ayudar, o imponer, respectivamente, la necesaria disciplina al respecto para impedir que se extienda aún más el patógeno.
Entre otros temas el CDP se refirió a la presencia de menores en la vía pública, transgrediendo las prohibiciones establecidas y sostuvo que los padres de esos menores serán multados con cuotas de 2000 pesos, para lo cual deben incrementar su efectividad los inspectores y los efectivos del Orden Interior.
Por otra parte, se dispuso reforzar el mecanismo de control de entrada a La Habana para lo cual se propuso un sistema de permisos para vehículos y personas que deberán acceder por los puntos de control establecidos y quienes entren por otros accesos igualmente serán multados con 2000 cup, dio a conocer el periódico capitalino Tribuna de La Habana.
En este contexto, harán una valoración especial sobre la situación de los residentes en otras provincias que reciben asistencia médica en La Habana, para facilitar su entrada y salida de la ciudad.
En cuanto a la movilidad del trasporte se otorgará un autorizo de Vía Libre, como sucedió en la anterior fase de transmisión autóctona, que justifique la presencia de vehículos en la vía en los horarios establecidos para el toque de queda, aunque quedan exceptos de esta medida, entre otros los que se encuentran a disposición de asegurar traslados por problemas de salud.
Los demás reglamentos establecidos anteriormente se mantienen como la obligación de que en cada ómnibus de los denominados rígidos solo haya 20 pasajeros de pie, en tanto 30 en los articulados y 10 en los de menor capacidad. Regulaciones que hasta el momento han sido, en realidad, vulneradas por los propios choferes e inspectores que deben permanecer en las paradas aunque en muchas ocasiones no están. Los trabajadores por cuentan propia, además, que tienen licencia para laborar en la transportación, entre estos los que conducen los conocidos almendrones, deberán conducir, según lo dispuesto por las autoridades, en el horario autorizado.
