Foto: Jorge Luis Borges
Texto: Viviana Díaz
Este 17 de diciembre en Cuba será diferente. Como casi todo este 2020, la pandemia de la COVID 19 transformará la celebración de una de las costumbres más populares de cada diciembre: la peregrinación en homenaje a San Lázaro, deidad relacionada con el cuidado de la salud y los animales afectivos.
El Santuario de San Lázaro en el Rincón, centro del culto al también conocido en la religión yoruba como Babalú Ayé, este año cerrará sus puertas a los devotos del viejo Lázaro por las medidas de protección sanitarias. Sin embargo, sacarán su imagen a las calles en un gesto que permitirá a los fieles demostrar su fe aún en tiempos de coronavirus.
Desde hace días, el conocido templo ubicado en el habanero municipio de Boyeros recibe visitas de personas portando la imagen de San Lázaro para honrarlo, o bien cumpliendo alguna promesa hecha a la deidad en cambio del cumplimiento de algún deseo.
Simbolizado con un anciano en muletas rodeado de perros, San Lázaro es de las deidades más veneradas en Cuba, cuyos devotos, en honor al “viejito milagroso”, portan prendas de un fuerte color violeta y/o vestimentas confeccionadas a partir de tela de sacos.
Usualmente, desde la noche del 16 de diciembre llegan creyentes de todas partes a celebrar el advenimiento del Día de San Lázaro y a participar en la misa que celebran los párrocos en su honor.
Más de 15 mil creyentes se unen cada año a la peregrinación por San Lázaro, muchos de ellos autoflagelando sus cuerpos o caminando en condiciones difíciles y hasta dolorosas.
Este 2020, el coronavirus privará a muchos de cumplir íntegramente algunas de sus promesas para el 17 de diciembre al no poder entrar al templo. Pero, todo parece indicar que en un año marcado por temas de salud, los creyentes harán valer su fe por encima de todo.
