Fotos: Cortesía de Jazz Vilá Projects
Texto: Hugo León
Candela, una obra de teatro que es una verdadera historia sobre el optimismo y sobre la lucha por conquistar nuestros sueños, regresará próximamente a la escena cultural cubana en su segunda temporada de estreno, anunció hoy el equipo de comunicación de Jazz Vilá Projects.
Las presentaciones comenzarán en Cárdenas, Matanzas, los días jueves 6 y viernes 7 de abril, y posteriormente se trasladará a su habitual escenario de La Rampa a partir del viernes 14 de abril.
En el caso del estreno en el Cine La Rampa, la función tendrá lugar a las 8:30 pm, y se mantendrá en esta hora mientras dure la temporada, con dos frecuencias semanales (viernes y sábados).
En su primera temporada, Candela fue considerada por los críticos como una comedia inteligente y musicalmente exquisita y, según varios asistentes a las puestas en escena, la obra explota al máximo la interacción con el público todo el tiempo.
La dinámica divertida de la obra no le impide tocar temas profundos y sensibles como la frustración, la crisis de valores y la resistencia emocional desde una perspectiva esperanzadora y desde el deseo de seguir y salir adelante.
Desde el punto de vista de la producción, una vez más Jazz Vilá opta por el minimalismo estético, pero esta vez con un gran regalo que llega en forma de música, pues la banda sonora interpreta reconocidas composiciones de la memoria musical de la nación.
El elenco de la obra incluye a Michel Pentón, a Laura Tarrao, Yordanka Ariosa, Tony Lugones, Vania Borges y Marlon Pijuán.
La reserva de entradas para toda la temporada está disponible a través del Whatsapp +53 50286658 o de la aplicación Ticket, indica la nota de prensa de Jazz Vilá Projects.
Sobre su obra el propio Vilá, un imprescindible del teatro cubano en la última década, señaló en entrevista exclusiva para Cuba Noticias 360 que la obra surgió como una chispa, ahora es una gran ave fénix que va a dar fuego al teatro cubano.
Candela lleva de la melancolía a la risa y viceversa, y deja en el público el buen sabor de recordar que no todo está perdido.
En la primera temporada los aplausos inundaron la sala tras cada presentación y en esta oportunidad, el teatro está casi servido para el disfrute del público y para más noches de emoción y agradecimiento al elenco y a su creador.
