Foto: Prometheus72 | Shutterstock
Texto: Hugo León
A pocos días del fallecimiento del «Maestro» Fernando Botero, el más reconocido escultor y pintor colombiano, la embajada de esa nación en Cuba anunció la apertura de un libro de condolencias en su sede de La Habana.
El libro de condolencias está disponible al público desde la tarde de este martes hasta lñas 4:30 pm y también mañana miércoles 20 de septiembre, de 9:00 am a 12 y de 2:30 pm hasta las 4:30 pm. En el transcurso de ese tiempo, serán bienvenidas las personas que deseen rendir tributo póstumo al artista.
“La Embajada de la República de Colombia se sentirá muy honrada con la concurrencia de instituciones, personalidades y amigos de la República de Cuba”, resalta la nota de prensa emitida por la misión diplomática.
La embajada se encuentra en calle 14 entre 5ta y 7ma, Miramar, La Habana.
¿Quién fue Fernando Botero?
Botero, fallecido en Mónaco el pasado 15 de septiembre a los 91 años, es autor de obras que han sido subastadas por hasta dos millones de dólares.
Sus cuadros dieron la vuelta al mundo durante décadas y adquirieron notoriedad por presentar personajes de grandes volúmenes y además de ser subastados por altos precios, se exhiben en los museos más importantes del mundo.
Su obra se consolidó también con elementos como naturalezas muertas y los mencionados volúmenes expandidos, trabajados con colores muy vivos.
Además de sus cuadros su trabajo llegó a la escultura, y sus creaciones en esta manifestación artística han adornado plazas y calles de grandes capitales como París, Londres y Roma.
Por todo lo anterior, en Colombia es llamado “Maestro” y esa nación sudamericana tiene entre sus espacios museísticos una importante colección de la obra de Botero. El Museo de Antioquía, por ejemplo, dedica actualmente gran parte de su colección al artista.
También en ese territorio existe la Plaza Botero, donde descansan varias de sus famosas esculturas.
Su arte transgresor incluyó una versión voluminosa de la Mona Lisa, toda una osadía para la época.
El artista vivió en varios países europeos, luego se trasladó a México y por último regresó a Europa, donde vivió durante décadas, hasta su reciente fallecimiento. Para Colombia es la figura cimera de las artes plásticas y escultóricas, y muchos entendidos del arte consideran que es gracias a él que la obra de las jóvenes generaciones de artistas tiene las puertas abiertas al mundo.
