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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
A dos años de implementada la ‘Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar’, el Estado cubano ha rendido cuentas de los retos y desafíos que aún enfrenta para su aplicación.
Un reporte del diario estatal Granma, recuerda que dicha estrategia está encaminada también a propiciar el desarrollo integral de las mujeres y su plena participación social, así como asegurar el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, protegerlas de la violencia de género en cualquiera de sus manifestaciones y espacios.
La vice primera ministra de Cuba, Inés María Chapman, ofreció detalles sobre las acciones que se han llevado a cabo en el país para implementar la misma, a dos años de su aprobación y en medio de un escenario marcado por las denuncias constantes de las plataformas feministas.
Según Chapman, la estrategia garantiza la respuesta para la prevención y la atención efectiva a la violencia de género, a través del trabajo conjunto del Estado, los agentes sociales en las comunidades y la ciudadanía.
Su implementación se ha llevado a cabo a través de una serie de normativas aprobadas en la isla en cuyos artículo se reconoce la protección a las mujeres que viven en escenarios de violencia.
El Código de las Familias, la recién constituida Defensoría, Ley 151 Código Penal, Ley 152 de Ejecución Penal, el Decreto-Ley 74 Reglamento de la Ley de Ejecución Penal, la Ley 141/21 Código de Procesos y el Protocolo de actuación para prevenir el acoso laboral, fueron las normativas mencionadas por Chapman.
Entre los organismos estatales que intervienen en la implementación de la Estrategia, la vice primera ministra destacó el papel de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), quien según dijo “está fortaleciendo su papel a nivel local, con sus bloques, con los actores comunitarios, las redes de apoyo, prevención, identificación y atención a la violencia, así como la articulación y el fortalecimiento de las Casas de Orientación a la Mujer y las Familias, las Consejerías de violencia y las Casas taller”.
Esta propia institución, de conjunto con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, ha realizado un levantamiento de las familias que viven en situación de violencia o tienen tendencia a ello, añadió Chapman.
Las cifras oficiales resultantes revelaron que cerca de 5 600 familias viven en situación de violencia. Dentro de estos núcleos conviven más de 16 000 mujeres y niñas.
Ante estas estadísticas y para hacer efectiva la aplicación de la Estrategia el gobierno cubano dispone de los protocolos de actuación de sus diferentes organismos estatales como el Tribunal Supremo Popular, la Fiscalía General de la República, la Policía Nacional Revolucionaria, y los ministerios de Salud Pública y de Justicia.
En el caso de la Fiscalía, hace un tiempo se conoció de la propuesta de creación de un Registro Administrativo Interoperable mediante el cual se podría contar con “información en tiempo real de la muerte violenta de mujeres y niñas por razones de género”, según indicaron en su momento los reportes de prensa.
Ahora, Inés María Chapman ha repetido que “este sistema interoperable, funcionando adecuadamente, nos permitirá ser más efectivos, sobre todo en la prevención; por eso estamos trabajando en diseñar y perfeccionarlo, de modo que todos los actores que intervienen tengan acceso a la información y se pueda dar un seguimiento al caso, aunque el proceso no esté terminado”.
Por último, la directiva detalló las acciones que actualmente se llevan a cabo para mejorar la implementación de la mencionada Estrategia.
Entre ellas, vale destacar el perfeccionamiento y sistematización de una atención “más integral a la violencia de género basada en la intersectorialidad y abordaje multidisciplinario del fenómeno”.
Además, estaría la especialización de los profesionales de la atención social, sanitaria, de emergencia, policial o jurídica, con perspectiva de género, para su adecuada labor, prevención y no revictimización.
Otro elemento importante sería la promoción de una cultura jurídica en la población sobre esta materia, así como la actualización de la campaña de comunicación sobre la violencia de género y los protocolos de actuación.
A pesar de estas directrices del Estado cubano, las plataformas feministas, los medios no estatales y algunos activistas continúan denunciando la violencia machista en la isla. A través de sus canales o las propias redes sociales se visibilizan algunos casos de violencia u homicidio, de los que el gobierno, hasta este momento, sigue sin rendir cuentas.
