Foto: Jorge Luis Borges
Texto: Darcy Borrero
Justo un año hace que en Cuba fueron diagnosticados los tres primeros casos del entonces “nuevo coronavirus”. El Sars-CoV había llegado en el cuerpo de viajeros internacionales y se empezaban a dar las primeras respuestas. Mientras los cubanos se enfadaban con la publicidad del Mintur, que proponía calor a los extranjeros y una supuesta menor incidencia del virus, las autoridades sanitarias determinaron el cierre de fronteras. Por esas fechas, no obstante, el gobierno autorizó la entrada del crucero MS Braemar.
El buque de la empresa de cruceros británica Fed Olsen, con al menos cinco personas enfermas a bordo, había sido rechazado previamente por varios países y permaneció anclado por días ante las costas de las Bahamas. No se ha probado que algún contagio haya tenido que ver con esa maniobra de ayuda al crucero británico.
Lo cierto es que en los primeros meses de pandemia, el país fue señalado como un buen ejemplo de control de esta. Pero hacia los meses finales de 2020 y los que ya transcurren de 2021, el incremento de casos ha sido imparable. Hoy Cuba acumula 59 157 casos confirmados, de ellos 57 912 son cubanos y 1245 extranjeros. Se ha recuperado el 91.4% de los confirmados en tanto 361 personas han fallecido, lo que representa una letalidad de 0.61%.
De acuerdo con el parte del Minsap publicado esta mañana, al cierre de anoche 10 de marzo, en territorio nacional fueron reportados 778 nuevos casos de COVID-19. Al cumplirse un año de esta emergencia sanitaria, el ministro de Salud Pública considera que “Cuba emprendió una carrera diferente por la vida”.
“Sin reparar en las interminables jornadas de trabajo, en los disímiles obstáculos por franquear, en los constantes retos que ha significado para nuestra cotidianidad la COVID-19, los esfuerzos desde cada rincón del país han tenido el supremo propósito de seguir defendiendo la vida. Inevitablemente ha sido un año de pérdidas para muchos, de postergar abrazos, encuentros, despedidas, sueños, un año de constante desafío a la muerte en los más diversos rincones de la nación y también del mundo. Largo y difícil ha resultado el tiempo de confinamiento en casa, sobre todo para nuestros niños, que en estos 12 meses han sido tremendamente valientes”, destacó.
Valoro a modo de balance que el último año se convirtió en “un período de aciertos, de aprendizajes, de crecimiento profesional y humano, de crear y perfeccionar protocolos de trabajo, de hacer juntos por el país”… “Un año en el cual le nacieron a Cuba no uno, sino cinco candidatos vacunales, fruto de la valía de nuestros científicos e investigadores”.
Por su parte Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), consideró en su intervención televisiva que “se ha cumplido un año de COVID-19 en Cuba, y de estar transmitiendo en vivo a diario, con algunas interrupciones, sobre el estado de la pandemia en el país. Un año que no es de celebración, sino de trabajo, de esfuerzo, que ha puesto en tensión la salud pública en el mundo en el enfrentamiento a una enfermedad que ha dejado millones de personas contagiadas, millones con secuelas a pesar de haberse recuperado, y también millones de muertos”.
Y resaltó: “Hemos aprendido muchas cosas, hay que seguir trabajando, indudablemente el saldo de esta enfermedad es muy negativo, para Cuba y para el mundo en general”. En este contexto, hay en Cuba 23 843 pacientes ingresados, 4 258 sospechosos, 14 929 en vigilancia y 4 656 confirmados (casos activos).
De los activos, 4 576 (98.3%) mantienen una evolución clínica estable, pero 80 pacientes están en estados crítico o grave. Cuatro murieron, entre ellos una cubana de 90 años de edad que residía en el municipio Habana del Este, provincia La Habana, otro de 82 años que residía en el municipio Plaza de la Revolución, una tercera de 91 años de edad que residía en el municipio Regla, también en La Habana. Una señora de la misma edad que residía en el municipio cabecera de la provincia Cienfuegos fue la cuarta víctima de complicaciones derivadas de esta enfermedad.
El país desarrolla cinco vacunas contra la Covid-19 y no participa de la iniciativa Covax para el acceso equitativo a vacunas, por lo que los cubanos no serán inmunizados hasta que no terminen los ensayos clínicos de los candidatos vacunales más avanzados: Soberana 02 y Abdala, si bien las expertas a cargo de estas indican que se está produciendo un solapamiento de etapas que agiliza los procesos.
