Foto: Jorge Javier Pérez
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Desde ciudades en varios países y regiones, los cubanos emigrados han salido tanto a las calles como a los consulados a manifestarse pacíficamente para dar apoyo a la población que en la isla encabeza protestas nacionales desde este domingo 11 de julio.
Miami, la llamada capital del exilio cubano, se lleva gran parte de la visibilidad de las actividades desarrolladas en el exterior, aunque cada vez más se acrecenta la solidaridad de quienes emigraron y se asientan en diversas latitudes. En la famosa Calle 8, este domingo y el lunes 12 de julio, las autoridades otorgaron permiso a la comunidad cubana para tomar el espacio público. Pancartas con carteles de todo tipo, desde pedidos de Libertad hasta gritos de “Patria y Vida” y “abajo el régimen”, se veían a lo largo de la calle, en los alrededores del punto neurálgico que es Versailles. También, en los vehículos que transitaban por la avenida, se escuchaban canciones de Celia Cruz, de Gente de Zona y, con partes de sus cuerpos fuera de los automóviles, integrantes de la comunidad de cubanos exiliados más grande del mundo, ondeaban banderas y exhibieron letreros sobre sus pieles.
El martes 13, una de las vías rápidas de Miami, El Palmetto, ha estado tan concurrido que hubo que cerrar un tramo para las manifestaciones de solidaridad con quienes salieron a las calles en Cuba, si bien la mirada sobre el conflicto cubano atraviesa un espectro de razones, ideas y posturas en relación con lo que se quiere para el futuro de la isla. Mientras una parte de la nación —incluyendo a su diáspora— busca consolidar la democracia mediante actos pacíficos, otros están convencidos de que la intervención militar es la única salida. En medio de esos extremos están los matices y los miedos de quienes aun estando hartos de la situación de la isla entre el embargo y la ineficiencia gubernamental sistémica, no adoptan posiciones radicales, sino que piden atender a los que están recibiendo los palos, tonfas, piedras y —últimamente— gases con balas aún sin identificar como salvas, de goma, o municiones metálicas.
En otras áreas del continente, específicamente en el Caribe, cubanos radicados en República Dominicana se dirigieron al Consulado para acompañar desde allí las protestas de sus coterráneos. Imágenes exclusivas para Cuba Noticias 360 que llegan desde allá, muestran a un numeroso grupo de mujeres y hombres alzando banderas y pancartas en las que se lee “Patria y Vida”, “Libertad para los presos políticos”, “No más represión”, “No nos van a callar”, entre otras.
Asimismo, con seis horas de diferencia pero de manera constante, cubanos en varias ciudades de España se han unido al grito de Libertad que en la propia isla se empezó a escuchar desde el domingo cuando, entre otras palabras, la ciudadanía en las calles declaraba, también: “tenemos hambre”. En Madrid, Valencia y Barcelona, por poner ejemplos de tres ciudades, los manifestantes cubanos insuflaron fuerzas a sus connacionales, al tiempo que exigían derechos frente a los consulados u otras instituciones relevantes. De Barcelona recibimos fotos que dan cuenta de la empatía y civismo con que los emigrados asumieron el acompañamiento a los residentes en Cuba.
Reportes de prensa también dan fe de la presencia de cubanos en consulados de Cuba en México y Perú, donde hay una tradición de protestas y, en el caso peruano, una importante plaza de la diáspora cubana, en tanto llegaron allí miles de isleños en 1980 como parte de un proyecto migratorio que tenía a Estados Unidos como destino final deseado. Un grupo de cubanos en Perú decidieron reunirse frente a la Embajada de Cuba en Lima el domingo por la tarde para mostrar el apoyo a su pueblo desde el exterior.
“Estoy aquí para decir que Cuba no está sola. Los cubanos residentes en el exterior estamos con los cubanos dentro de la isla, que en estos momentos están pasando por necesidad y vicisitudes a causa de un régimen dictatorial que tiene 62 años y que ha demostrado que el modelo económico socialista ha fracasado”, dijo el médico cubano Marcos Antonio Rosales a The Epoch Times el 11 de julio. Radicado en Perú desde hace 9 años, pertenece a una oleada migratoria más reciente, no vivió en el país andino la zozobra de no asentarse del todo por creer que seguirán para Estados Unidos. No obstante, dijo que quiso venir a mostrar su apoyo a la comunidad cubana dentro de la isla.
