Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Roy Leyra | CN360
El propio ministro presidente del Banco Central de Cuba (BCC), Joaquín Alonso Vázquez, lo ha dejado claro: desde el 2020, más de 1000 millones de pesos han sido retirados de los bancos cubanos sin que hayan vuelto a ingresar en esas entidades.
Por supuesto, el hecho de que este efectivo no haya regresado al banco forma parte de un proceso que eleva el déficit fiscal.
“Ese efectivo que no regresó al banco salió por la vía de extracción de salarios, o extracciones de cuentas de actores económicos para comprar mercancías”, contó Vázquez en un informe público ante los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) .
La causa fundamental de esta fuga se debe a que no hubo una acreditación después de realizar un proceso comercial. Y por si fuera poco, el problema va unido a la pérdida de confianza de la población y sus actores económicos en las instituciones bancarias.
Otro de los factores que el presidente del BCC expuso fue el déficit de oferta de bienes y servicios. El dinero que sale y no entra necesita ser transparentado, expuso.
Urge entonces un proceso de bancarización de las transacciones, cobros y pagos que se ejecutan entre la población y los actores económicos. Es decir no se trata solo de abrir una cuenta de banco a un cliente, sino la bancarización de las transacciones.
El funcionario explica que esto propiciaría que los cobros y pagos se ejecuten entre todos los actores económicos o entre la población y los actores económicos.
Y se realizarían con los instrumentos de crédito existentes como cheques o cartas de crédito.
