Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Ya era hora de que en Cuba comenzaran a fabricarse mascarillas desechables, higiénicas y quirúrgicas, un proyecto que acometerá la Empresa de Confecciones Textiles Unimoda, del Grupo Empresarial Gardis, en Matanzas.
Las confecciones, por primera vez en Cuba, comenzarán a partir de marzo, y según comentó Maribel Rodríguez Argüelles, directora general de esa empresa, hoy se encuentra en el país, en el puerto de Mariel, la máquina para la producción del necesario medio de protección, que se ubicará en la Universidad de Matanzas y seguidamente iniciará labores tras el periodo establecido.
Cada nasobuco dispondrá de tres capas, dos de ellas de telas no tejidas, y un filtro intermedio, lo cual garantizará seguridad y confort. Aunque el destino principal del producto será el sector de la Salud Pública, también se beneficiarán otros organismos vinculados al enfrentamiento de la pandemia y la población en general. Esperemos que llegue a este último una parte importante de la producción.
Esta tecnología permitirá confeccionar, esterilizar y empaquetar alrededor de un centenar de unidades por minuto en dos líneas de trabajo, que pudieran traducirse en unas 84 mil mascarillas por cada turno de ocho horas. Dicha la iniciativa, según los directivos que organizan este proceso, deviene evidencia de que el empresariado nacional puede gestionar mejoras e inversiones, a pesar del actual contexto económico actual.
Esto, por supuesto, significaría un considerable ahorro en correspondencia con los costos de compra en el extranjero. Cuba las importa a un promedio de 46 centavos USD, y solo seis centavos costaría fabricarlas en casa.
Recordemos que muchos cubanos, ante la ineficiente venta de mascarillas por los establecimientos comerciales estatales decidieron emprender su creatividad y confeccionaron nasobucos desde casa, algo que se convirtió hasta en un proyecto colectivo entre vecinos, e incluso para el sector privado, hablamos de algunas tiendas, negocios y marcas, que aprovecharon la coyuntura y comercializaron sus propios productos.
En algunos casos, quizá por desconocimiento o quizá por falta de opciones, ni la tela, ni la forma, eran las más adecuadas, por eso la necesidad de conocer qué tipo de nasobuco es el ideal y cuál me protege más.
