Foto: Javier Ignacio Acuña | Flickr
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
A un millón y medio de pesos asciende la afectación económica del robo de 5.75 quintales de semilla de cebolla Caribe 71 y 18 kilogramos de semilla de col-repollo que tuvo lugar en el frigorífico de Sancti Spíritus y que ha avivado la polémica en las redes sociales.
La cifra no es, sin embargo, lo más grave, sino el perjuicio a la siembra de cebolla de la actual campaña de frío, sobre todo en polos tradicionalmente cebolleros como Banao, en la provincia espirituana, y en otros territorios como Pinar del Río, Mayabeque, Granma, Camagüey y Ciego de Ávila.
La noticia ha puesto a “llorar” a toda Cuba, pues según Orestes Ramírez Salas, director provincial de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Semillas Sancti Spíritus, la afectación provoca que en el país se dejen de sembrar un elevado número de hectáreas de ese demandado producto.
“Este año no se pudo importar la simiente para la siembra de cebolla, dadas las limitaciones que todos conocemos, y se iba a utilizar la Caribe 71 de producción nacional”, ha declarado el directivo a la prensa local.
Que los productores no dispongan de semillas va a repercutir, a la larga, en la falta de cebollas en las tarimas que desde ya se augura, y en el encarecimiento de las escasas producciones del bulbo que logren cosecharse. De ahí que el directivo haya asegurado: “Al final la población paga las consecuencias”.
La mente maestra detrás del sonado robo fueron dos antiguos trabajadores del frigorífico de Sancti Spíritus, quienes habían estudiado las vulnerabilidades de la entidad y elaboraron el modus operandi que siguieron los ladrones, incluido el acceso por la parte trasera del centro hasta alcanzar el segundo nivel y el empleo de una segueta para romper la reja de la cámara de frío, de acuerdo con la investigación desplegada por la Jefatura del Órgano de Investigación Criminal del Minint.
Durante el proceso de indagación fueron recuperados 5.34 quintales de semilla de cebolla y 26 paquetes de simiente de col-repollo que los ladrones había ocultado en la maleza sin tener en cuenta las medidas para la conservación adecuada, por lo que no pudieron ser aprovechados.
Igualmente, se demostró la participación de seis personas de forma directa en la ejecución del hecho, de ellos, los dos antiguos trabajadores del frigorífico; todos están siendo imputados por el delito de robo con fuerza en las cosas y se exponen a sanciones entre siete y 15 años de privación de libertad.
También a la espera del proceso penal se encuentran los dos vigilantes de guardia esa noche, quienes no formaban parte del plan, pero se alega que incumplieron con el deber de preservar los bienes del Estado bajo su custodia, según detalla la prensa.
