Consulado de Italia en Cuba no acepta documentos “con polvos” extraños

Foto: Roy Leyra | CN360

Texto: Hugo León

En Cuba el que no tiene de congo, tiene de carabalí, y tanto el congo como el carabalí piden ayuda a todos los santos cuando se trata de viajar. Esta ayuda estará un poco más difícil para quienes hacen trámites en el Consulado de Italia, porque en la sede no se permiten documentos con “polvos” ni sustancias “extrañas”.

Así lo confirmó una fuente cercana a Cuba Noticias 360 que visitó el lugar recientemente. “No se puede entrar con teléfonos celulares, ni bolsos, ni portando collares ni pulseras religiosas”, dijo refiriéndose a las indicaciones que le dieron antes de acceder al Consulado.

“Luego, en los carteles de adentro de la instalación, se aclara que no se recibirán documentos ni papeles con sustancias ni olores o polvos extraños”, explicó.

“Mi primera impresión fue que las medidas de los polvos y de las sustancias, serían como protección ante cualquier posible ataque o acción terrorista o malintencionada para dañar el lugar o a sus trabajadores, pero luego até los cabos con lo que dijeron en la entrada sobre los collares y pulsos de santería, y me quedó más claro que también se refería a cosas religiosas”.

¿Le temerán a la brujería? se preguntó entre risas la joven habanera. De ser así, bastante empapados están en el sincretismo y las prácticas religiosas cubanas, comentó.

Indagando en el tema, Cuba Noticias 360 conversó con un babalawo (sacerdote de la religión yoruba) quien confirmó, también en tono jocoso, que hace algunos años muchas de las personas que lo visitan o piden su ayuda, van por “temas de viaje”.

“No te puedes imaginar la cantidad de casos de parole que han pasado por esta casa”, dijo a este reportero.

Incapaz de develar sus secretos, el babalawo se limitó a decir que muchos de sus ahijados ya han tenido éxito en sus viajes, pero que para eso se necesitaba también “hacer las cosas con mucha fe”, y confirmó que hay rituales relacionados con polvos y con esencias como perfumes o humo de tabaco, que se realizan para “abrir los caminos”.

La fe cubana, arraigada por siglos y dividida en su mayoría entre la religión católica y la religión yoruba, es un aliciente ante la situación económica del país, y, ante las adversidades o planes futuros, es común que los creyentes se refugien en ella.