Foto: Roy Leyra
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Cuba sobrepasó este martes las 3000 muertes por COVID-19, una cifra que dispara aún más las alarmas ante la grave crisis sanitaria que vive la nación antillana por el elevado número de contagios de coronavirus.
El doctor Francisco Durán Jefe de Epidemiologia del Ministerio de Salud Pública (Minsap) confirmó la preocupante cifra que dista mucho de la situación de control mantenida por el gobierno durante los primeros meses de la pandemia.
En el parte de este martes se reportó además la muerte de una niña de 3 años y de otra mujer en estado de gestación, datos que evidencian la gravedad del contexto sanitario en la isla.
El alto número de contagios, que llegó este martes a un total de 422.614, se debe sobre todo a la propagación de la variante Delta del coronavirus, la cual según autoridades se ha extendido por todo el país. Los medios estatales han llegado a reconocer el colapso de hospitales en la provincia Ciego de Ávila, una de las más afectadas por la enfermedad junto a Matanzas, donde se ubica el balneario de Varadero.
Muy pocos pensaron en un primer momento que Cuba llegaría a más de 3000 muertes por COVID-19 debido a la contención que alcanzó el letal virus en el 2020 y los estrictos protocolos tomados por las autoridades.
Tras el relajamiento de las medidas, de la percepción de riesgo y la entrada de turistas sobre todo a los hoteles de Varadero comenzó a deteriorarse la situación sanitaria, que se ha complejizado en medio de la falta de medicamentos, alimentos y los conflictos sociales que desembocaron en las marchas inéditas del 11 de julio.
Las autoridades llaman continuamente a la responsabilidad ciudadana, mientras las personas no tienen más remedio que hacer largas colas para comprar productos básicos y realizar todo tipo de trámites desde horas tempranas en la mañana.
En medio de este escenario tan difícil fue aprobado el uso de emergencia de la vacuna Abdala, con la que junto a Soberana 02 se espera que todos los cubanos estén inmunizados antes de finalizar el año.
El científico Amílcar Pérez Riverol, detalló que Cuba hoy es el segundo país con más casos confirmados diarios por cada millón de habitantes con un número de 809.6 y tiene una tasa de positividad de COVID-19 superior 4 veces al límite indicado por La Organización Mundial de la Salud como índice de alarma.
Este contexto no parece vaya a disminuir en los próximos días. Los propios especialistas han reconocido en reuniones gubernamentales que la tendencia indica que pueden incrementarse los casos positivos y muertes en las próximas semanas, lo que haría más tensa la grave situación epidemiológica del país.
Actualmente las provincias de La Habana, Ciego de Ávila y Cienfuegos se mantienen reportando más de 1000 casos diarios. En las cifras proporcionadas por el Minsap se confirman, a diferencia de brotes anteriores, la muerte de personas jóvenes y sin enfermedades previas, así como un elevado número de niños y adolescentes contagiados con la enfermedad.
Varios especialistas han señalado que las terapias intensivas en distintas provincias están al límite de su capacidad, algo que no se había visto durante meses anteriores. En ese sentido el gobierno ha informado que se encuentran ingresados en hospitales y centros de aislamiento 97.799 personas, entre los que se reportan 140 en estado crítico y 228 graves.
Para tener mayor capacidad de ingreso para los pacientes graves, las autoridades se han visto obligadas a cambiar el protocolo sanitario en el tratamiento a las personas positivas al coronavirus. En meses anteriores todos los casos confirmados eran ingresados inmediatamente en centros hospitalarios y ahora solo se remiten a los hospitales a los pacientes con síntomas graves o que por diversas afecciones puedan tener peligros para su vida al contraer el virus. El resto se envía a ingreso domiciliario donde deben ser atendidos por especialistas que evalúen la evolución de la enfermedad.
El país ha recibido, con el propositivo de aliviar la situación, donaciones de distintas naciones para luchar contra una pandemia que mantiene en jaque a los cubanos y al gobierno, que también ha debido luchar contra el descontento popular, la demora en aplicar los cambios propuestos durante varios cónclaves partidistas, los saldos negativos del llamado reordenamiento económico y las medidas impuestas por la administración del ex presidente Donald Trump para arreciar el impacto del embargo.
En medio de este complejo escenario muchos cubanos han quedado sorprendidos e indignados con las convocatorias gubernamentales con las que el gobierno ha llevado a miles de personas a las calles. Una de ellas es la reciente publicación de la Unión de Jóvenes Comunistas, que ha llamado a la participación popular en una caravana a lo largo del malecón de La Habana este 5 de agosto, cuando se conmemora otro aniversario de las protestas del llamado maleconazo en 1994.
