Foto: Onielbebeshito | Instagram
Texto: Hugo León
Cubavisión, “el canal de todos”, pidió disculpas mediante un comunicado oficial en Facebook a raíz de la polémica desatada por la inclusión de la canción “Hacha”, del reguetonero Oniel Bebeshito, en la pasada Gala del Lucasnómetro de Verano.
Según el texto, se trató de una presentación inapropiada que no debió incluirse en el espectáculo.
«El canal Cubavisión ofrece disculpas al público por violar la política de programación al haber incluido en la Gala del Lucasnómetro de Verano contenidos que exacerban el sexismo y la violencia contra la mujer», inicia el comunicado.
Seguidamente, la publicación asegura que “la dirección del canal al realizar el análisis correspondiente, adoptó medidas administrativas con los responsables y reforzó mecanismos para evitar hechos similares”.
Por último, Cubavisión afirma seguir comprometido con “la defensa de las políticas encaminadas a promover y proteger los derechos de la mujer y los valores que defiende el sistema social cubano”.
La polémica desatada por la presentación de Bebeshito
La audiencia pudo haber disfrutado del momento por tratarse de uno de los temas más pegados entre los jóvenes de la isla, pero poco después sobrevinieron las críticas. En redes sociales los internautas fustigaron a los organizadores del evento por no aguzar su filtro ante la canción.
Luego, medios estatales como Cubadebate avivaron la llama criticando al programa por difundir la obra de “Bebeshito”, en especial el tema “Hacha”, centro de los debates en esta ocasión.
En respuesta, el realizador Orlando Cruzata, director del programa Lucas, reconoció que fue un “error” proyectar la mencionada canción en el espacio televisivo.
Cruzata calificó como un error incluir el tema Hacha a pesar de su popularidad entre los jóvenes. Dijo además que la canción tiene “momentos cutre, de mal gusto”.
Se trata de un error que “nos enseña que no podemos hacernos eco a ciegas de lo que guste en redes y calles”, escribió el realizador en su perfil de Facebook. No obstante, se defendió asegurando que si bien incluir el tema había sido un error, era injusto absolutizar, pues en el programa de la gala también tomaron parte artistas de primer nivel.
¿Son sólo los Lucas el problema?
Si la canción llegó a los Lucas es porque está entre las preferidas por miles de jóvenes cubanos, por tanto, la vulgaridad por la que se cuestiona a Cruzata y a los Lucas, son el día a día del ambiente musical cubano de la actualidad, apuntaban los internautas en redes sociales.
Joel del Río, periodista y jurado de los Premios Lucas por varios años, aconsejó que en lugar de arremeter contra los Lucas por supuesta promoción de la vulgaridad, se trate de profundizar en las razones de su crescendo en las costumbres y cultura.
“Como siempre le estamos dando candela al sofá pero cuando despertemos el dinosaurio seguirá ahí”, dijo.
Un público con muy bajo nivel cultural solo puede disfrutar y pedir este tipo de entretenimiento. Nadie debe asombrarse, son décadas de muy mala educación en todos los niveles, fracturas familiares y de precariedad económica y social. Se cosecha lo que se siembra.
La canción no llegó a los Lucas por que le guste a los jóvenes, más bien le gusta a los jóvenes por la promoción de Lucas. Llegó ahí ya que la disquera Planet Records paga una mensualidad de 900 euros todos los meses a Orlando Cruzata. Por eso las únicas canciones urbanas que se escuchan en tv son las de Planet Records. Otros artistas urbanos son completamente obviados.
Esto sucedió por varias razones:
1, Por interés personal de alguien con decisión para organizar y dirigir la musica que se pone en la tv
2. Por falta de supervisión de los que supervisan todas las noticias y otras publicaciones que se televisan y no la música.
3. Porque se sigue manteniendo la mentalidad machista e irrespetuosa hacia las mujeres en la Sociedad, aunque no se quiera reconocer y eso se refleja también en los Medios de Comunicación. Al parecer se va a tener que hacer un análisis de los que dirigen la TV y los otros medios incluyendo la Radio. En muchas ocasiones la música que se trasmite da pena por lo vulgar, chabacana e irrespetuosa al oído.