Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Hugo León
Mientras muchos se debaten entre quién llegó primero al mundo, si la gallina o el huevo, en Cuba lo que sí se sabe es que ni los huevos ni las gallinas abundan. En un país que necesita cerca de seis millones de huevos al día, se dispone de menos de la mitad, de acuerdo con fuentes oficiales.
Para resolver este problema, las autoridades, que no dejan de promover la sustitución de importaciones y la producción nacional, optaron por la importación de huevos de República Dominicana, algo que confirman fuentes oficiales de esa nación vecina.
Un reporte del diario Despertar Nacional, de ese país, señala que desde allá se están exportando estos alimentos a varias naciones de la región, entre ellos Cuba, y que ese mercado podría seguir creciendo.
De acuerdo con el director general de Ganadería, este intercambio comercial “ni es nuevo ni es muy viejo pero ya ha ido aumentando”.
Entretanto, Cuba no ha hecho mención reciente a la importación de ese alimento desde Dominicana, aunque a inicios de este año el presidente cubano Miguel Díaz-Canel visitó ese país para una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno.
El mandatario cubano fue acompañado por el entonces ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.
Producción y precio de los huevos en Cuba
Hace algunos años en la Mayor de las Antillas los huevos no sólo se vendían por la canasta básica normada sino también por la libre y a bajos precios. Por tal motivo, el huevo fue considerado durante muchos años una especie de “salvavidas” en la mesa del cubano de a pie.
Sin embargo, actualmente, al igual que el café, la harina y otros insumos, los huevos son difíciles de encontrar y esto ha incidido en el incremento desmedido de su precio. Un cartón de huevos (30 unidades) en La Habana, por ejemplo, ha llegado a costar tres mil pesos o más.
Tan rápido ha sido el ascenso del costo, que la mencionada cifra es el doble de lo que se pagaba por ellos en diciembre del año pasado, cuando rondaba los mil 500 pero se encontraba con mayor facilidad entre vendedores ambulantes y pequeñas cooperativas avícolas.
Por la canasta básica llegan ahora apenas cinco huevos por consumidor -mientras que el año pasado eran 11 cuando menos- y ya no existe la venta liberada.
Llama la atención que en 2019 la prensa estatal enfatizó en los logros de la industria avícola y llegó a prever sobrecumplimientos. Cuatro años después, en algunas provincias el rendimiento apenas llega al 10 por ciento, es decir, de cada 100 gallinas, solamente 10 estaban poniendo a diario, y con esta producción, no se puede dar respuesta a la demanda nacional.
