Foto: Inder | Facebook
Texto: Hugo León
Cuba, tierra natal de grandes boxeadores a lo largo de la historia, despide hoy al ex boxeador y entrenador Rolando Garbey, figura legendaria de su generación que marcó historia en los rings de la isla y del mundo.
Garbey, de 76 años, falleció en el Hospital Hermanos Ameijeiras la noche de este sábado tras varios días de ingreso, informó su hija a la prensa.
El deceso fue confirmado también por fuentes del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (Inder), desde donde se extendieron además condolencias a familiares y amigos del ex atleta fallecido.
La causa de muerte fueron dos paros debido a una peritonitis sufrida tras una operación quirúrgica, detallaron medios estatales. El sepelio será el miércoles, agrega el texto.
Rolando Garbey, santiaguero de nacimiento, fue una de las principales figuras del boxeo cubano en las décadas de 1960 y 1970. En esa época brilló en los cuadriláteros, por lo que fue seleccionado entre los mejores 100 deportistas del siglo XX en Cuba.
Su nombramiento no tomó a nadie por sorpresa. El palmarés del púgil incluye una plata en los Juegos Olímpicos de México en el 68, un bronce en la cita olímpica de Montreal y oro en el Mundial de La Habana en 1974.
También fue el primer tricampeón panamericano de boxeo en América Latina, con medallas de oro en los años 1967, 1971 y 1975. Fue además titular en los Juegos Centroamericanos del 70 y del 74, entre otras medallas.
Ha sido considerado por los analistas deportivos como uno de los boxeadores más técnicos y con más recursos en el ring y tras su retiro trabajó como entrenador en Cuba, Venezuela y otros países.
Antes de ser boxeador, el primer deporte que practicó fue el béisbol, según relata su biografía. En la pelota debutó junto a su hermano Barbarito, que a la postre se convertiría en campeón mundial de béisbol profesional, en las ligas estadounidenses.
Por si fuera poco, su hermana también fue bendecida con dotes para el deporte: su hermana Marcia fue campeona centroamericana de salto de longitud en 1970 y obtuvo cuarto lugar en las olimpiadas de Munich, en 1972.
“Nunca había pensado ser boxeador”, dijo en una entrevista para Cubadebate hace algunos años, pero siguió el consejo de varios entrenadores y comenzó a entrenar en su natal Santiago. Al regresar a La Habana, con 15 años, se convirtió en campeón nacional y de ahí en adelante comenzó su exitosa carrera.
