Foto: Wikimedia Commons
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
La belleza y el poder de la actriz mexicana María Félix trascendió fronteras. En la Isla Caribeña La Doña llegó a salvar la vida de un cubano condenado a muerte, una anécdota que pocos recuerdan, pues sus carácter fuerte e imponente muchas veces ocultó acciones de este tipo.
En octubre 1946 la actriz visitó La Habana para recibir las llaves de la ciudad en una gran fiesta e incluso fue nombrada “huésped de honor”, luego de la euforia desatada desde el mismo aeropuerto de la capital cubana. Antes de una cena en el Palacio Nacional, María Félix se puso a leer varias cartas que le habían enviado sus fanáticos, rescatando para ella una que contenía la medalla de la Virgen de la Caridad del Cobre.
La misiva estaba escrita por un hombre que encarcelado y acusado de haber asesinado al violador de su hermana aguardaba la sentencia en la Isla de Pinos. “Confío en que la Virgen me hará el milagro de que usted lea esta carta”, decía la misiva. En el texto aquel hombre le pedía a María Félix interceder ante las autoridades cubanas para quedar libre.
Acorde a un video del canal de YouTube María Félix Vlogs, La Doña se conmovió tanto, que aprovechó la oportunidad cuando el entonces presidente Prío Socarrás le dijo que podía pedir lo que quisiera. Así fue como la actriz pidió la libertad para el hombre de aquella carta.
“Lo que yo quiero es que usted me regale un hombre, un condenado a muerte. Y le pedí el indulto para el preso de la medalla. Entonces, el presidente Prío Socarrás llamó a un coronel de su guardia, le dio la carta que yo traía y delante de mí le pidió que se anulara la sentencia de muerte del preso”, relata el canal.
La anécdota aún hoy no deja de sorprender, porque si bien en la vida de la actriz existen un sinnúmero de historias que la inmortalizan, esta de interceder por la vida de otro ser humano es de las más impresionante en cuanto al uso que hizo la mexicana de su fama y su poder en tierras extranjeras.
Cuatro meses después La Doña recibió en México, otra carta de aquel hombre en la que le agradecía y reafirmaba que su deseo de que lo liberaran había sido cumplido.
Según el blog del canal, la actriz mexicana tenía un gran corazón, el cual ocultó frecuentemente para “no mostrarse vulnerable”, según rememoran las personas más allegadas a ella.