Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Unos lo achacan al boom del turismo, que ha convertido cada centímetro cuadrado de la ciudad en una oportunidad de ingresos; otros, al pobre manejo de las especies existentes. Lo cierto es que el área urbana de Trinidad se está quedando sin árboles, tal y como alertó recientemente la Dirección Técnica de la Oficina del Conservador de la tercera villa de Cuba.
Según el máster en Ciencias Erni H. Álvarez González, uno de especialistas a cargo del levantamiento y diagnóstico del arbolado de la urbe, resulta a todas luces insuficiente la presencia de árboles y vegetación en los espacios públicos periféricos de la localidad, situación que acarrea inconvenientes medioambientales como el deterioro de la calidad del aire y el aumento de la sensación de calor.
De acuerdo con las conclusiones del estudio llevado a cabo por la Oficina del Conservador y publicado en la página web de la institución, resulta preocupante la baja densidad de árboles con respecto a la cantidad de habitantes, así como el escaso aprovechamiento del área pública para la reforestación, dos fenómenos íntimamente relacionados con la sobreexplotación del suelo en función de actividades económicas de producción de bienes y servicios dirigidos a satisfacer las demandas generadas por el turismo.
“Aquí cuando hay un espacio sin uso a nadie se le ocurre plantar un árbol, enseguida te montan el timbiriche para vender artesanías”, declara Mercedes Broche, una trinitaria que ha venido asistiendo durante los últimos años a lo que muchos llaman el proceso de desertificación de la ciudad.
Para contrarrestar semejante panorama, los expertos han comenzado a diseñar estrategias que conciben a la ciudad como un organismo vivo, para lo cual resulta imprescindible la oxigenación aportada por los árboles.
Las propuestas de soluciones incluyen hasta las ubicaciones para las diferentes especies vegetales a sembrar, el mantenimiento que cada una lleva y la estimación de un estado fitosanitario, todo ello como punto de partida para lograr una mejor gestión del recurso forestal en el ámbito urbano, al decir de los expertos.
Sin embargo, ningún proyecto de repoblación vegetal dará resultados inmediatos, ni estos serán sostenibles en el tiempo si la comunidad no se vincula mediante estrategias de educación ambiental, justo lo que ha fallado en contextos como el de Trinidad, seriamente marcados por la actividad turística.