Texto: Viviana Díaz
El cirujano de origen cubano Eduardo Rodríguez dirigió el primer trasplante exitoso de manos y rostro de la historia y así le devolvió a Joe DiMeo, de apenas 22 años, la esperanza de volver a una vida normal.
DiMeo, nacido en Nueva Jersey, sufrió un accidente automovilístico del que salió con quemaduras en el 80% de su cuerpo y casi incapacitado. Si bien logró sobrevivir, hubo que amputarle los dedos de las manos, no tenía labios, y los párpados estaban completamente fusionados.
En 2019, el ya conocido especialista cubanoamericano conversa con joven sobre la posibilidad de un trasplante de manos y rostro, una cirugía compleja que se había intentado dos veces y en ambas fue un fracaso.
Anteriormente, ya se habían realizado cerca de 50 trasplantes de rostro y alrededor de 100 trasplantes de manos, pero nunca se había logrado con éxito las dos intervenciones de manera simultánea.
De hecho, Rodríguez ha participado en 2 trasplantes de rostro exitosos, uno en 2005, en Francia, considerado el primer trasplante de cara de la historia, y luego en 2015, en Estados Unidos cuando operó a un bombero de 41 años también víctima de un siniestro.
El hijo de inmigrantes cubanos explicó a DiMeo estas posibles complicaciones.
“Él entendía los riesgos que estaban involucrados y sabía que se trataba de una cirugía de vanguardia que no había tenido éxito en el pasado, pero tenía la mayor fe en todos nosotros”, afirmó Rodríguez en una entrevista con la revista People.
Luego de 23 horas, DiMeo salió del salón con nuevo rostro y nuevas manos. Rodríguez, especialista de cirugía plástica reconstructiva del NYU Langone Hospital en Nueva York, marcó otro récord: fue la intervención de este tipo más rápida hasta el momento.
Este logro marca el estado avanzado de este tipo de operaciones y alimenta las esperanzas de miles de personas en el mundo en situaciones de este tipo.
