Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Hugo León
En jornadas recientes trascendió que el administrador de una bodega de La Habana fue llevado a juicio por trasladar varias cajas de pollo en un camión colector de basura. Lo que nadie esperaba, sin embargo, fue la reacción de lectores e internautas en general, quienes han defendido a capa y espada el accionar del acusado, y la han emprendido contra las autoridades que lo llevaron a prisión.
¿Cómo ocurrió todo?
La semana pasada llegó a las redes sociales un video en el cual se ve el momento en que descargaban de un camión de la basura varias cajas de pollo congelado en la bodega 1163, ubicada en la calle Pocito en Lawton, Diez de Octubre.
La primera reacción de los lectores fue criticar el hecho y burlarse por las imágenes. Los internautas culparon de lo acontecido a las autoridades de Comercio de la provincia y mostraron cierta vergüenza por el suceso.
Igualmente, los comentarios parecían indignados por la insalubridad de esa práctica.
Luego, se supo que el administrador de la bodega en cuestión fue convocado a una reunión con representantes de la Unidad Empresarial de Base y la Empresa Filial del Comercio, entre otras autoridades. En ese encuentro, según fuentes oficiales, el hombre reconoció la gravedad del hecho y la Fiscalía concluyó que debía ser llevado a prisión provisional como medida cautelar.
Finalmente, la acusación sería por el delito de propagación de epidemias, así como la infracción de las normas sanitarias establecidas para la transportación y preservación de los alimentos. También se sancionó a la directora de la Unidad Empresarial de Base de Diez de Octubre “por falta de control y fiscalización”.
Pero las redes se “viraron con ficha”
Una vez publicado el caso en varios medios no estatales de la isla, los comentarios llovieron y, para sorpresa de muchos, la mayoría fueron en apoyo del administrador enjuiciado.
“Gracias al carnicero que al menos se ocupó de hacer llegar el pollo”, se puede leer en la publicación de Cuba Noticias 360.
“Siempre paga la culpa el eslabón más débil”. “¿Propagación de epidemia? Si nuestras calles la propagan todos los días. ¿Qué le hubiera sucedido si se cruza de brazos a esperar por la solución de sus superiores y se echa a perder el pollo?”, es otro de los comentarios que se puede leer, en defensa del acusado.
Por otro lado, varias personas más han indicado que la culpa no es del administrador porque él no tiene transporte y “ los altos funcionarios que tienen que priorizar el transporte, empezando por Partido, Gobierno, Comercio, Transporte, felices de la vida, mientras el último eslabón que no tiene nada que ver con el aseguramiento del transporte y lo obligan hacerlo, paga las consecuencias”.
Asimismo, los internautas ejemplificaron con otras circunstancias en las que se ha amonestado a personas por cuestiones ajenas a su voluntad o por ser “creativos” como ha ordenado el propio presidente cubano Miguel Díaz-Canel.
Y los comentarios fueron más allá
“Resistencia creativa caballeros, cualquiera que ande en un Mercedes Benz o en un BMW o al menos tenga garantizado un transporte y no tenga que hacer cola ni coger los productos de la libreta porque se lo llevan a su casa puede exigir y convocar a resistencia creativa desde la cúpula hasta el último de los barrigones…”
Precisamente sobre la llamada “resistencia creativa”, llama la atención que los ministerios puedan equivocarse, sin consecuencias para sus funcionarios, mientras que el ciudadano de a pie que transportó las cajas de pollo sí recibe todo el peso de la ley.
Además, respecto a la “propagación de enfermedades”, habría que ver qué calle de La Habana está limpia y qué esquina está libre de desechos -más allá de 5ta Avenida o Paseo que va directo al Consejo de Estado-. En lo que a salubridad refiere, La Habana deja mucho que desear.
Muchas críticas se han publicado al respecto en redes sociales, sin que en los medios oficiales trasciendan las medidas tomadas con los jefes de Comunales u otras instituciones responsables de la limpieza e higienización de la ciudad.
El mismo Ministerio del Comercio Interior, por ejemplo, transporta el arroz, la harina y otros productos en cualquier camión disponible, no necesariamente los más adecuados. Incluso los productos lácteos son llevados a las bodegas en cualquier medio posible y depositados en tanques en mal estado y el picadillo y otros cárnicos son transportados en ocasiones sin refrigeración, sin que nada suceda.
¿Se trata entonces de un juicio ejemplarizante? No será el primero, y probablemente tampoco sea el último. A decir del propio presidente cubano, en la isla lo más común es “irse por delante con las leyes” y que estas sólo se expresen en estadísticas de multas, sin que solucionen los problemas, que es lo que en verdad importa.
Definitivamente el cubano es el ser humano más incomprensible del globo. Haber comido picadillo de solla por más de 30 años sin dudas atrofia al más pinto. Como justificar el uso del camión de basura para cargar alimentos!. Lo que hicieron con el susodicho es su responsabilidad.! Acaso se olvidan de los innumerables casos de intoxicación en niños por alimentos contaminados, han habido incluso fallecidos!. Cuanta ignorancia.!
Pero son idiotas? Bajo ninguna circunstancia puede Ud. mezclar comida con basura!